San Lino Agropecuaria: de una mala experiencia a crear un feedlot de primera, que genera energía y fertilizantes con los residuos
"Estamos preocupados”, admite Jaime Goodall, titular de la firma agropecuaria que explora nuevos horizontes
Con el objetivo de reducir la huella de carbono, desde San Lino Agropecuaria llevan adelante un proyecto de economía circular: utilizan el estiércol generado en el feedlot para producir biogás que se puede utilizar para generar energía eléctrica y calórica. Además, como subproducto de este proceso se genera biofertilizante que es empleado en los cultivos agrícolas y pasturas.
“Yo lo hacía por un tema comercial, después empezamos a ver que era bueno el producto que hacíamos, con muy bajo contenido de gases de efecto invernadero, y hoy estoy muy preocupado por el tema de la huella de carbono y de los gases de efecto invernadero”, resume Jaime Goodall, de San Lino Agropecuaria.
El emprendedor, de 64 años, adelanta que desde la empresa están trabajando para completar el circuito del resto de los subproductos del campo. El proyecto tiene más de 10 años y surgió luego de que su esposa heredara un campo en Chivilcoy, donde hoy están el feedlot y el biodigestor.
La doble tradición agropecuaria
Además de tener Jaime una larga tradición agropecuaria, dado que su familia tiene campos en Tejedor y Villegas, también su esposa viene de ascendencia ganadera. El bisabuelo de ella llegó a los 7 años de España, estudió para ser boticario en la Argentina y luego fue farmacéutico —incluso fundó la primera farmacia de Chivilcoy— y barraquero. “Tenía barracas y empezó a comprar campos y después, como por la campaña al desierto debieron hacer aportes, el Gobierno les dio como recompensa 13.000 hectáreas”, agrega Jaime,cuyo bisabuelo vino de Inglaterra a la Argentina con 9 toros Hereford.
“Mi familia de origen tiene larga trayectoria con esta raza”, aclara. Además, relata el impacto que sus antepasados tuvieron hacia Hereford. “Antes era una raza moteada, no tenía el color colorado. Eso es directamente debido a mis antepasados”, explica. “Mi bisabuelo vino con un cargamento de hacienda y empezó a comerciar. Trajo muchísimos de Inglaterra para acá, luego se asoció con un estadounidense y tuvo un crecimiento bastante importante. Después pasaron un montón de cosas no tan buenas”, afirma. En este sentido, cuenta que por razones políticas, su padre perdió un campo en 9 de Julio, aunque pudo mantener un campo en Tejedor.