Con trigo de Santa Fe: del sueño de hacer pasta italiana a trabajar con 35 productores, 7500 hectáreas de BPAs y crear un producto único para ganadería
La cooperativa agrícola que hace 70 años genera impacto en el sur santafesino
La Cooperativa Agrícola Ganadera Los Molinos Ltda (CLM) está ubicada en Los Molinos, una pequeña localidad de 1800 habitantes del sur de la provincia de Santa Fe. Este año cumplieron 73 años de trabajo cooperativo sostenible en la región y a través de otras unidades de negocios que fueron sumando, Balcoop Agro Sostenible (Agro y Nutrición Animal) y Mulini Pastas Secas, hacen girar la rueda productiva y dan trabajo a más de 100 personas de zonas aledañas.
Actualmente cuenta con más de 190 asociados y tienen más de 400 clientes y productores agrícolas activos: “Con nuestra visión nos proponemos generar negocios cooperativos sostenibles con arraigo local y con ellos promover una alimentación saludable a partir de materias primas generadas por pequeños productores”, contó en entrevista Ariadna Socca, responsable de Calidad y Desarrollo Sustentable de la Cooperativa Los Molinos.
Socca es contadora pública de la Universidad Nacional de Rosario y tiene una Maestría en Administración de Empresas de la Universidad Austral. Ingresó a la cooperativa luego de una experiencia en una empresa que desarrollaba software corporativo y se propuso optimizar los sistemas de la organización para hacerlos más eficientes. Luego comenzó a involucrarse en temas de calidad y tuvo un rol clave en los procesos de certificaciones internacionales que hoy le dan su sello distintivo de empresa sustentable.
Con receta italiana: la pasta saludable que hace la diferencia
Uno de los sueños de la Cooperativa fue transformar el trigo que producían en sus campos en un alimento de calidad que llegue a la mesa de los argentinos: “En 2016 queríamos llegar al consumidor final con algo producido en nuestra región, de manera sostenible, dentro del modelo cooperativo. Estudiamos varios proyectos y decidimos hacer pastas secas, así surgió Mulini”, contó Socca.
En 2017 desarrollaron la planta desde cero, con arquitectura sustentable, enfocado en ahorro de energía: “La maquinaria la trajimos toda de Italia. Llegaron 7 contenedores y vino un técnico pastero italiano a montarla con 4 personas que habíamos tomado y que siguen trabajando actualmente. Hicimos testeos y pruebas y elegimos una de ellas por dureza”, relató.
Mulini, que significa ´molinos´ en italiano y que demuestra el arraigo total con el lugar, fabrica y comercializa pastas secas elaboradas 100% con trigo candeal. Las variedades de pasta son Penne Rigate, Fusilli, Ruote y Tubetti: “Nuestras pastas tienen solo agua, que purificamos nosotros en una planta de ósmosis inversa, y harina de trigo candeal, que tiene una alta cantidad de fibra. Es de rápida digestión, no tiene agregados ni aditivos. Es una pasta saludable en su origen”, contó.
El proyecto fue producto de reinversión de retornos de la cooperativa y recibió financiamiento de dos cooperativas, ACA y Oiko Credit, una cooperativa holandesa que solo financia proyectos que sean en su esencia sustentables y que trabaje con pequeños productores: “Decidimos que este negocio sea propiedad de los socios y en 2018 empezamos a salir al mercado”, agregó Socca.
La venta de las pastas Mulini se enfocó en el mercado interno, pero tienen intenciones de exportar a futuro: “Trabajamos con distribuidores y venta online para consumidor final. Tratamos que los puntos de venta sean comercios de cercanía, que uno pueda ir caminando, supermercados regionales, locales de barrio, no con grandes cadenas que no van con nuestra forma de hacer negocios. Vamos creciendo, estamos en Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba, Formosa, Misiones y Entre Ríos”, contó Socca.