¿El "Steve Jobs" de la soja? De limpiar semillas a ser uno de los hombres más ricos de los Estados Unidos
La increíble historia detrás de una de las empresas más relevantes en genética de soja y maíz; el semillero privado más grande del mundo

Cuando importantes empresas de semillas invertían en breeding de maíz tras la post creación de marcas icónicas, como Dekalb, Pioneer o KWS, Harry Stine estaba asumiendo un riesgo enorme al invertir en la investigación de la soja. Pero esto no nació mágicamente, sino que fue producto de la segregación pasional que genera ser de familia de agricultores. También, se podría decir que fue una innovación en el negocio de la genética de soja, por lo que hablaríamos del verdadero "Silicon Valley del agro". Pero entonces, ¿cómo es la historia de este "Steve Jobs" del agro?
Stine: la empresa independiente de genética más grande del mundo
Hace más de 100 años, los bisabuelos de Harry llegarían a establecerse como agricultores en el estado de Iowa (actualmente, el primer productor de maíz y el segundo de soja en los Estados Unidos, además del verdadero líder en manejo sostenible de la agricultura norteamericana). En aquel entonces la soja ya tenía más de 100 años de introducción e instituciones comenzaban a promover el mejoramiento de la misma.
Una vez instalados y con Henry A. Wallace (el de Pioneer) como secretario de agricultura, los Stine sufrirían años bastantes complicados por la sequía y los golpes de calor, como el evento de 1934 que marcó el inicio de la era del “dust bowl”: esa nube gigante de suelo que volaba por los campos.
El Yearbook of Agriculture de 1934 anuncia: “Aproximadamente 15 millones de hectáreas de tierras que antes se cultivaban han sido prácticamente destruidas para la producción de cultivos, 40 millones de hectáreas que actualmente están en cultivo han perdido total o casi totalmente la capa superior del suelo y 50 millones de hectáreas de tierras actualmente en cultivo están perdiendo rápidamente la capa superior del suelo.” Una locura.
Pasados los años, en 1950, el padre de Harry funda Stine Seed Farm, que se dedicaba entre otras cosas a la limpieza de semillas certificadas de avena y variedades públicas de soja. Esto último será importante en la historia del negocio, ya que, por aquellos tiempos, las variedades eran desarrolladas por universidades, programas estatales o el USDA por lo que la accesibilidad y los derechos de uso eran distintos a un desarrollo privado. Bill Stine (padre de Harry) trabajaba unas 150 hectáreas entre agricultura y ganadería con una relación propio/alquilado de 80/20.
Se ve que Bill era bastante picante en la producción de soja, ganando el concurso del condado (Dallas) en 1955 y 1957. No tengo idea de cuánto le habrá dado la soja, pero actualmente el rendimiento de soja del condado de Dallas en Iowa es de +4100 Kg/Ha y me recuerda a cuando Cyanamid (adquirida por BASF en los 2000) lanzó el portfolio de imidazolinonas con el posicionamiento de “control prolongado” y la residualidad de los herbicidas como Pivot, Chekway, Standout, Elite o Scepter en concursos de máximos rendimientos en soja.
Como nota de color y crossover con Argentina, va la placa de la campaña 97/98 donde varios productores superaron los 5000 Kg/Ha concurso que BASF contínua, por ejemplo, en maní.