Transformó un campo "descartado" en un modelo de 7000 hectáreas con carne Wagyu de exportación y riego subterraneo: las claves del éxito

Con visión innovadora y objetivos claros, un emprendimiento nacido en el corazón del monte santiagueño logró transformar miles de hectáreas marginales en un polo productivo de carne premium y agricultura intensiva

Transformó un campo "descartado" en un modelo de 7000 hectáreas con carne Wagyu de exportación y riego subterraneo: las claves del éxito
27deOctubrede2025a las11:43

En 2019, un campo de 2.600 hectáreas en el noroeste de Santiago del Estero —considerado improductivo, con  monte natural y sin acceso a energía eléctrica— estaba listo para ser vendido. Su propietario, un empresario tecnológico, buscaba desprenderse del activo. Fue entonces cuando Antonio Marengo, especialista en desarrollo de proyectos productivos, recibió el pedido de “poner el campo en valor”. Lo que comenzó como una tarea de reestructuración terminó transformándose en uno de los emprendimientos agropecuarios más innovadores del país.

wagyu

El desafío era monumental: producir sin depender del dólar exportador ni de los vaivenes del clima. El propietario planteó dos condiciones determinantes: evitar inversiones que se licuaran en pesos (no estaba dispuesto a enterrar dólares para vender un producto que cotiza en pesos) y lograr estabilidad en los  rindes agrícolas en una zona de extrema variabilidad hídrica.

Ante estas premisas, lejos de retroceder, Antonio ideó un proyecto revolucionario: integrar genética Wagyu —una de las carnes más premium del mundo— con agricultura bajo riego por goteo enterrado alimentado por energía fotovoltaica.

Nace una empresa modelo en el norte argentino

Para garantizar escala, se adquirieron otras dos propiedades hasta alcanzar unas 7.000 hectáreas. El camino, relatado en un artículo de Contenidos CREA, comenzó con apenas 20 vacas Angus cruzadas con Wagyu y dos toros importados. El rodeo fue creciendo año a año, incorporando genética adaptada al clima norteño.