Ahora no nos deberíamos dormir en los laureles

22deJuniode2000a las08:05
Los principales frigoríficos argentinos cuentan ahora con un nuevocertificado de salud y miran con interés a los consumidores de Estados Unidos yel Lejano Oriente como parte de una estrategia de largo plazo. El ganadoargentino, que tiene 50 millones de cabezas, fue oficialmente proclamado librede fiebre aftosa a fines de mayo por la Oficina Epizoótica Internacional, yesto le permite a la Argentina soñar con captar algunos de los más atractivosmercados como China, Japón, Estados Unidos, Corea del Sur, México e Indonesia,que anteriormente suspendieron la importación de carne argentina por la fiebreaftosa que afectaba al ganado.

En una entrevista con Ambito del Comercio Exterior, el titular del SENASA,Oscar Bruni, analizó las perspectivas que se abren a partir de ahora para laexportación de carne argentina al resto del mundo.

Periodista: ¿Qué representa para la Argentina ser un país libre de aftosa?

Oscar Bruni: Esto es un ejemplo para nuestro país en dos sentidos. Por unlado, ha sido tomado como una política de Estado estratégica la intención deerradicar la aftosa en el ganado de nuestro país. Por otro lado, fueron losproductores privados quienes llevaron el programa adelante. Por lo tanto, lasinergia que se produjo entre el sector privado y el Estado ha sido fundamental.Pero también considero que no deberíamos dormir en los laureles, aunque sibien desde el anuncio no han parado de caer negocios para nuestras carnes. EnAmérica latina, Bolivia tiene aftosa. Por lo tanto, junto con Brasil estamosayudando a ese país a erradicar este flagelo de su territorio. En otro sectordonde hay aftosa es en el norte de Paraguay.