Cayó el telón de Palermo
Con los festejos tradicionales que se desarrollaron en la pista central de laRural de Palermo, la muestra agroganadera de este año llegó a su fin, con laesperanza del sector productivo de que para la próxima edición se hayancumplido las promesas oficiales que se hicieron el sábado último para cambiarla peor crisis que soporta el sector agropecuario nacional en los últimos 20años.
La muestra, en esta edición, volvió a exhibir todos los avances genéticosque los productores pecuarios pudieron lograr, a pesar de las dificultadeseconómicas y financieras que deben sortear. Por la pista central de la Ruralpasaron los mejores reproductores bovinos, equinos, porcinos y lanares queproduce el país, sin apoyo de ningún sector, y mucho menos del Gobierno.
Allí, en el picadero histórico que alguna vez fue barroso y hoy es dearena, se exhibió todo cuanto puede hacer la gente del campo, para producir yexportar genética al mundo, de la mejor que exigen los países productores dealimentos primarios.
En esa pista quedó claro que la capacidad de producir embriones y semen paracolocar en el mundo, es el motor que la gente del campo pone en primera filapara venderle a plazas internacionales todo y cuánto se logra en las pampasargentinas y algo más: que se extiende a las zonas más áridas y marginalespara los logros ganaderos.