Cayó el telón de Palermo
La muestra, en esta edición, volvió a exhibir todos los avances genéticosque los productores pecuarios pudieron lograr, a pesar de las dificultadeseconómicas y financieras que deben sortear. Por la pista central de la Ruralpasaron los mejores reproductores bovinos, equinos, porcinos y lanares queproduce el país, sin apoyo de ningún sector, y mucho menos del Gobierno.
Allí, en el picadero histórico que alguna vez fue barroso y hoy es dearena, se exhibió todo cuanto puede hacer la gente del campo, para producir yexportar genética al mundo, de la mejor que exigen los países productores dealimentos primarios.
En esa pista quedó claro que la capacidad de producir embriones y semen paracolocar en el mundo, es el motor que la gente del campo pone en primera filapara venderle a plazas internacionales todo y cuánto se logra en las pampasargentinas y algo más: que se extiende a las zonas más áridas y marginalespara los logros ganaderos.
Lejos de los tiempos en que se pensaba sólo en conseguir excelentesreproductores bovinos, la Argentina vende hoy al mundo embriones de las mejoresrazas, genética mejorada incluida, con la cual los ganaderos del exteriorpueden enriquecer sus planteles y lograr, consecuentemente, rodeos deindiscutible calidad y colocación de sus carnes en las góndolasinternacionales.