DESFASE . Se teme por una baja en la calidad de cortes
Datos proporcionados a la prensa por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (SAGPyA), así como por el Centro de Cómputos del Mercado de Liniers, revelan que la falta de novillada se está reemplazando por vacas y vaquillonas (vientres), que a corto plazo, dejaría a la actividad sin las denominadas fábricas de terneros.
En cuanto a los precios que actualmente se pagan por kilo vivo de hacienda vacuna, los operadores del circuito prevén incluso mayores aumentos, aunque no aplican las mismas proyecciones para la producción de bovinos. En rigor, la preocupación de los exportadores del rubro pasa por la importante competencia que la cría vacuna tiene con la agricultura, donde las siembras ganan por lejos y en particular si se considera que se está en pleno período de implante de soja, el grano estrella de esta campaña.
De cara a la rentabilidad que representa el cultivo -y la agricultura en general-, para los productores, la situación actual podría atentar contra el desarrollo del negocio de ganados y carnes, para los cuales Argentina ya cuenta con la buena nueva que representó la reapertura de más de 50 plazas demandantes del producto, luego de la crisis de la aftosa. Si bien hace unas semanas el titular de la SAGPyA, Haroldo Lebed, dijo a DyN que “confiaba” en una normalización de la oferta vacuna a Liniers, “alrededor de fines de octubre”, sus estimaciones se cumplieron, pero agentes del sector temen por modificaciones sustanciales en esa proyección.