Ganancias que tienen destino de pérdidas
Los ánimos están caldeados. El Ministerio de Economía hizo oídos sordos a los reclamos del campo, de la industria y del comercio para aceptar el ajuste por inflación en el pago del impuesto a las ganancias. Pese a las conclusiones de un equipo de expertos tributaristas, el titular del Palacio de Hacienda, Roberto Lavagna, envió al Parlamento un proyecto de ley por el que solicita, simplemente, bajar del 35 al 30% la alícuota de tributo.
El miércoles último dirigentes de más de diez entidades de la producción, la comercialización y la industria agropecuarias decidieron unirse para solicitarle al presidente Eduardo Duhalde una audiencia urgente para explicarle las serias consecuencias que tendrá para el campo si se avanza con el criterio de Economía.
Durante una reunión realizada en la Bolsa de Cereales, los directivos acordaron transmitir un mensaje común al Gobierno: la reactivación económica que viven los pueblos del interior, por la mejora que experimenta el campo, llegará a su fin en caso de dejar las cosas como están.
El argumento principal del agro consiste en que al no permitirse el ajuste por inflación, se estarían gravando ganancias ficticias, por la devaluación, y se dejaría sin capital de trabajo a las empresas agrícolas y ganaderas.
El reclamo es promovido por las bolsas de cereales de Buenos Aires, Bahía Blanca y Córdoba; de Comercio de Rosario y Santa Fe; la Federación Agraria Argentina, Coninagro, Confederaciones Rurales Argentinas, Sociedad Rural Argentina, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara), el Centro de Exportadores de Cereales, la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), la Federación de Entidades Gremiales de Acopiadores de Cereales, el Centro de Corredores y Agentes de la Bolsa de Cereales, el Centro de Corredores de Rosario, el Mercado a Término de Buenos Aires, la Cámara de Semilleristas y el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA).
"Hace mucho tiempo que tantas entidades del agro no tenían un pronunciamiento común, esto refleja la gravedad del problema", dijo a LA NACION el presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, José María Gogna.
En tanto, el titular de la Bolsa de Comercio de Rosario, Federico Boglione, advirtió: "Se puede frenar la reactivación que se vislumbra en toda la cadena agropecuaria como consecuencia de la presión impositiva".
A su vez, el presidente de la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca, Carlos Sosa, expresó que si no hubiera ajuste por inflación los productores no tendrán capital de trabajo para las próximas siembras.
Boglione, además, puso énfasis en destacar que también se movilizarán los gobiernos provinciales para lograr una respuesta favorable al reclamo del sector. "Santa Fe pierde unos 1000 millones de dólares anuales por las retenciones a las exportaciones y el impuesto al cheque, no creo que esto lo deje pasar", explicó, a modo de ejemplo.
Mecanismo
Los directivos de las entidades agropecuarias decidieron recurrir a la máxima autoridad política del país ante el escaso eco que tuvieron las advertencias de los contadores a los especialistas de la cartera económica.
Lavagna, en cambio, argumenta que si aprueba el ajuste por inflación para Ganancias se desataría un proceso de indexación en la economía que frenó el plan de convertibilidad hace diez años. Sin embargo, los especialistas creen que la maxidevaluación del peso que dispuso Duhalde a comienzos de este año trastocó todas las variables económicas. Además, opinan que puede establecerse un mecanismo transitorio para no abrirle la puerta a la indexación. Por esa razón, los técnicos de las entidades agropecuarias comenzaron a elaborar una propuesta que le entregarán al Presidente para no perjudicar a la producción.