Bajó el precio de la hacienda, pero no llegará a la góndola
El kilo vivo de novillo acumula un descenso de más del 8,1% en lo que va del año
Sin embargo, este descenso del kilo vivo del novillo no se trasladaría al valor de los cortes cárnicos en la góndola, según opinaron operadores del mercado.
"Normalmente una variación de esta magnitud en el precio de la hacienda hubiera generado una disminución cercana al 4 por ciento en el valor de venta al público, pero en esta ocasión no sucedió y seguramente tampoco ocurrirá", dijo el presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), Miguel Schiaritti.
Si bien la demanda de carnes en los comercios minoristas sufre uno de los embates más fuertes en los últimos años, Schiaritti comentó que el aumento de precios luego de la devaluación alcanzó a menos del 80 por ciento, mientras que el valor de la hacienda escaló hasta un 200 por ciento en pesos. "Esta diferencia de aumentos pudo ser absorbida por la industria dado el importante crecimiento de los precios de los subproductos -cueros, grasa- , que se incrementaron en idéntica relación con el dólar y permitieron que sólo se trasladara el 80% al precio de la carne", señaló el titular de Ciccra.
Bajaron los subproductos
Precisamente, el comercio de subproductos vacunos, que representa hasta el 20% del valor de una cabeza de ganado, cayó junto con la cotización de la moneda norteamericana. "Si observamos el comportamiento de la cotización del dólar vemos que luego de llegar a los $ 3,70 fue descendiendo lentamente hasta los $ 2,90, es decir un 21 por ciento", consideró Schiaritti, y agregó: "Esta revalorización del peso hizo descender el valor de los subproductos, y por lo tanto esto hace imposible, por el momento, que se produzcan bajas de precios al público".
De todos modos, el presidente del Mercado de Liniers SA, Roberto Arancedo, comentó que uno de los factores de la baja del precio de la hacienda es el estancamiento de la demanda, que produce una acumulación de stock. Esto explica, al parecer, la reciente aparición de ofertas en las góndolas cárnicas de algunos supermercados.
"Aunque en el mercado toda la hacienda se vende, la caída en el precio responde a la falta de reacción de la demanda minorista; hoy, a los proveedores les cuesta sacar la carne de la góndola", dijo Arancedo.
Consumo estancado
Las estadísticas de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (Sagpya) evidencian que en 2002 el consumo interno de carnes registró un retroceso del 6,6% respecto del año anterior.
Aunque la Argentina mantiene su sitial como primer país del mundo en consumo de carne por habitante, lo cierto es que actualmente esa costumbre gastronómica llega a los 59,6 kilos anuales, mientras que en la década del ochenta cada argentino ingería unos 70 kilos por año.
"En este panorama hay que tener en cuenta que hoy hay 25 millones de pobres en el país que no empujan la demanda de carnes porque no pueden pagar los valores actuales", consideró al respecto el presidente del Mercado de Liniers.
No obstante, Arancedo señaló que posiblemente los valores de la hacienda comiencen a corregirse en los próximos meses, con el acostumbrado descenso estacional en cuanto a la oferta de ganado.
De la Redacción de LA NACION