Por una ganadería de precisión
Más de 600 criadores y técnicos se reunieron en la Rural de Tapalqué con un objetivo: cómo incrementar la cantidad y calidad de los terneros producidos.
Daniel Díaz.
Deben soplar nuevos vientos en la ganadería. Algunos ya han advertido hacia dónde. Uno de ellos es el ingeniero agrónomo Aníbal Pordomingo, master in Aminal Science y Ph. D. en la Universidad de New Mexico (EE.UU.): "la nueva frontera podría ser definida como la de una ganadería de precisión. Esto significa pasar a un proceso de ingeniería de la invernada que, lejos de modelos rígidos, deberá ser de rápida adaptación ante los cambios en el mercado, pero oferente de productos definidos con un alto grado de información agregada. El desafío estará en que cada participante de la cadena de la carne entienda su rol en un programa de calidad".
Y agregó que en un contexto de exportación creciente y de productos diferenciados, la cría bovina tendrá el desafío de la eficiencia de la producción y del biotipo. "Mucho se ha hablado del primer aspecto y los avances han sido escasos. El segundo, aunque de difícil definición, requerirá de una revisión. El mercado internacional nos impone un novillo de mayor tamaño que el de consumo interno. La estrategia de uso con razas compuestas aporta mayor flexibilidad y simpleza, en particular para rodeos pequeños donde los cruzamientos son dificultosos".
Con este escenario en mente, Ferias y Exposiciones Argentina S.A. realizó, en la Sociedad Rural de Tapalqué, el congreso Cría 2003 cuyo objetivo fue acercarle al criador, un paquete de herramientas para mejorar sus índices reproductivos y los porcentajes de destete, único camino para incrementar la cantidad y calidad de terneros producidos. Hay una realidad: los 19 millones de vacas existentes en los campos de cría que abastecen de terneros a la Argentina y el mundo, son manejados con niveles muy distintos de tecnología .
Así, los más de 600 asistentes —entre criadores, profesionales y autoridades como el intendente local, Ricardo Toribio Romera y el director del Banco de la Nación Arentina, Guillermo Moore de la Serna, entre otras— fueron absorbiendo las explicaciones de los analistas de mercado (ver La voz...) y de los técnicos.
Como Ernesto Späth, del Grupo Sanidad Animal, del INTA Balcarce para quien el costo directo de la sanidad en una empresa ganadera representa un porcentaje muy bajo en relación con los restantes costos. Ejemplo: "para un rodeo de cría es entre el 4 al 6% y para uno de ciclo completo un 2,5%. Como la ocurrencia de una enfermedad puede llevar desde la pérdida de rentabilidad hasta la quiebra de una empresa ganadera, los costos de prevención deben ser considerados, en todo caso, como una inversión y no un gasto". Para ello, el productor debe asumir "que produce un alimento", enfatizó.
En esa dirección apuntó el programa de Sanidad Controlada de Merial "a través del cual el criador se compromete a cumplir una serie de protocolos sanitarios que nosotros certificamos y entrar en una cadena de valor diferenciada a través de una alianza que hicimos con la firma José Manuel Díaz Herrera", explicó Alfredo Ihde.
El otro punto en donde se hizo foco fue en la necesidad de atacar las causas de la baja producción forrajera del pastizal "por la escasa presencia de especies forrajeras, desbalance entre oferta y demanda de forraje, la abundancia de malezas dicotiledóneas y la dominancia de malezas gramíneas (como el gramón)", como caracterizó el ingeniero Roberto Fernández Grecco, del INTA Balcarce. O siguiendo las técnicas de rejuvenecimiento de pasturas y campo natural (ver El plan...) que tan buenos resultados están dando, en las ya más de 300.000 hectáreas de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos.
Y respecto del mejoram