La hacienda ahora va derecho al cuchillo
El SENASA redujo a seis horas el tiempo de descanso mínimo antes de la faena. La medida era aguardada por los frigoríficos. Ayuda a bajar los costos financieros
“Lo que nosotros observamos es que la hacienda, en particular la que viene del Mercado de Liniers, llega bien descansada y que lo que más influye en el proceso de faena no es el descanso que tenga antes del sacrificio sino el trato correcto”, comentó el director de un frigorífico de la zona de Morón, consultado por Infochacra. En cambio, otro empresario, también dedicado al consumo interno, con un frigorífico en el Gran Buenos Aires opinó lo contrario. “La hacienda de Liniers llega más trajinada que la que viene directamente desde el campo”, acotó. El empresario señaló que, en la práctica, el SENASA consideraba que el paso de hacienda por Liniers era suficiente como descanso y no se lo exigía al frigorífico, cosa que sí hacía con la hacienda que arribaba en forma directa desde los campos de engorde o los feedlots.
La idea original del descanso previo a la faena era que el animal pudiera reponer el nivel de glucógeno en los músculos, afectado por extensos viajes, que en general eran de una calidad inferior a la actual. Hoy, que se trata de traer los animales de distancias lo más cercanas posible al lugar de faena y con transportes más rápidos, la obligación de mantener a los animales 12 horas en los corrales antes de la faena traía más dolores de cabeza que beneficios a los responsables de las plantas. “Había una necesidad financiera y económica en esto de reducir el descanso prefaena”, comentaron los empresarios.
En este sentido, el gerente de Compras de un frigorífico de exportación líder, fue muy claro. La exigencia de un descanso de 24 horas -fue el tiempo que mencionó- obligaba a duplicar la capacidad de corrales, ya que se debía mantener la que se iba a faenar ese día más la que arribaba para la faena del día siguiente.