La agricultura debe ayudar a combatir el hambre
La FAO inauguro su delegación argentina.
24deOctubrede2003a las08:10
Luis García de Siles dijo que el organismo aportará su experiencia con planes dirigidos a reducir la pobreza que afecta al campo. Calidad y valor agregado.
En el mundo hay actualmente unos 800 millones de personas que viven en países en desarrollo y siguen padeciendo hambre crónica, a pesar de que en la “Cumbre Mundial sobre la Alimentación” de 1996 los estados participantes se comprometieron a trabajar con fuerza para reducir el impacto de este flagelo humano.
Por eso es que la Oficina de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) despliega una intensa actividad por el mundo sugiriendo las políticas que los estados podrían implementar, para disminuir los efectos de la falta de alimentación entre la población. El flamante delegado del organismo en la Argentina, Luis García de Siles, señaló a LA GACETA Rural que la perdurabilidad en el tiempo del hambre “es el resultado de la falta de voluntad política para combatir las causas profundas de este problema, ya que las propuestas planteadas aún no se convirtieron en programas prácticos”.
Por eso, el funcionario reunió -en sus primeras gestiones oficiales- a los funcionarios nacionales y provinciales relacionados con las tareas productivas, a los fines de proponerles la metodología de trabajo de la FAO. Esto incluye la necesidad de que los sectores políticos definan las áreas críticas donde cada uno de los Gobiernos considera que debería trabajarse.
La FAO aportará toda su experiencia y los programas sociales y técnicos con que cuenta. Su objetivo es asegurar que la agricultura, en particular en el mundo en desarrollo -como es el caso de la Argentina-, ayude a satisfacer la demanda de alimentos saludables.
Se necesitan planes prácticos contra el hambre
El Director General de la Oficina de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Jacques Diuf, hizo un llamamiento a todos y cada uno para liberar al mundo del hambre, en el macro de la “Alianza Internacional contra el Hambre”, creada hace un año, al hablar desde Roma durante el acto por el “Día Mundial de la Alimentación”. En Argentina, el evento tuvo lugar en la sede del INTA en el barrio de Belgrano, en Buenos Aires, y contó con la presencia del responsable de la oficina de la FAO en el país, Luis García de Siles y del titular de la cartera rural, Miguel Campos.
Durante la ceremonia, García de Siles precisó que aún viven 800 millones de personas en países en desarrollo y siguen padeciendo hambre crónica, una situación que, agregó, nos deja demasiado lejos del objetivo establecido en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996 de reducir a la mitad, para el año 2015, el número de personas que padecen hambre.
En opinión del funcionario, “se necesita voluntad política para combatir las causas profundas del hambre en todas sus manifestaciones, así como que las naciones deben convertir los compromisos verbales de combatir el hambre en programas prácticos”.
Sobre el particular, y en diálogo telefónico -desde Buenos Aires- con LA GACETA Rural, el funcionario explicó que “con nuestra oficina regional no venimos a la Argentina trayendo planes preconcebidos, sino a adaptarnos a las necesidades del gobierno argentino y de sus productores agropecuarios, y a brindarles toda nuestra experiencia y colaboración para terminar con este flagelo mundial que es el hambre de la gente”. “Pero nuestro asesoramiento surgirá a partir de las problemáticas que nos planteen que necesitan solución en la Argentina, para lo cual vendrá a esta país una misión de programación del FAO con el único fin de conocer la problemática y recomendar las políticas que, a nuestro entender-, ayudarán al desarrollo agrícola y a brindar una mayor seguridad alimentaria”, a
En el mundo hay actualmente unos 800 millones de personas que viven en países en desarrollo y siguen padeciendo hambre crónica, a pesar de que en la “Cumbre Mundial sobre la Alimentación” de 1996 los estados participantes se comprometieron a trabajar con fuerza para reducir el impacto de este flagelo humano.
Por eso es que la Oficina de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) despliega una intensa actividad por el mundo sugiriendo las políticas que los estados podrían implementar, para disminuir los efectos de la falta de alimentación entre la población. El flamante delegado del organismo en la Argentina, Luis García de Siles, señaló a LA GACETA Rural que la perdurabilidad en el tiempo del hambre “es el resultado de la falta de voluntad política para combatir las causas profundas de este problema, ya que las propuestas planteadas aún no se convirtieron en programas prácticos”.
Por eso, el funcionario reunió -en sus primeras gestiones oficiales- a los funcionarios nacionales y provinciales relacionados con las tareas productivas, a los fines de proponerles la metodología de trabajo de la FAO. Esto incluye la necesidad de que los sectores políticos definan las áreas críticas donde cada uno de los Gobiernos considera que debería trabajarse.
La FAO aportará toda su experiencia y los programas sociales y técnicos con que cuenta. Su objetivo es asegurar que la agricultura, en particular en el mundo en desarrollo -como es el caso de la Argentina-, ayude a satisfacer la demanda de alimentos saludables.
Se necesitan planes prácticos contra el hambre
El Director General de la Oficina de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Jacques Diuf, hizo un llamamiento a todos y cada uno para liberar al mundo del hambre, en el macro de la “Alianza Internacional contra el Hambre”, creada hace un año, al hablar desde Roma durante el acto por el “Día Mundial de la Alimentación”. En Argentina, el evento tuvo lugar en la sede del INTA en el barrio de Belgrano, en Buenos Aires, y contó con la presencia del responsable de la oficina de la FAO en el país, Luis García de Siles y del titular de la cartera rural, Miguel Campos.
Durante la ceremonia, García de Siles precisó que aún viven 800 millones de personas en países en desarrollo y siguen padeciendo hambre crónica, una situación que, agregó, nos deja demasiado lejos del objetivo establecido en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de 1996 de reducir a la mitad, para el año 2015, el número de personas que padecen hambre.
En opinión del funcionario, “se necesita voluntad política para combatir las causas profundas del hambre en todas sus manifestaciones, así como que las naciones deben convertir los compromisos verbales de combatir el hambre en programas prácticos”.
Sobre el particular, y en diálogo telefónico -desde Buenos Aires- con LA GACETA Rural, el funcionario explicó que “con nuestra oficina regional no venimos a la Argentina trayendo planes preconcebidos, sino a adaptarnos a las necesidades del gobierno argentino y de sus productores agropecuarios, y a brindarles toda nuestra experiencia y colaboración para terminar con este flagelo mundial que es el hambre de la gente”. “Pero nuestro asesoramiento surgirá a partir de las problemáticas que nos planteen que necesitan solución en la Argentina, para lo cual vendrá a esta país una misión de programación del FAO con el único fin de conocer la problemática y recomendar las políticas que, a nuestro entender-, ayudarán al desarrollo agrícola y a brindar una mayor seguridad alimentaria”, a