El menú es bife con arroz y soja

En la estancia Ita Caabó la soja no es la reina, sino un eslabón, junto al arroz, en la cría y engorde de hacienda Braford.

20deDiciembrede2003a las08:41

¿Puede la reina soja devaluarse para ser apenas una cortesana más en un planteo agrícolo-ganadero? Una respuesta positiva no parece posible en estos días de furor del oro verde. Sin embargo, en la antigua Estancia Ita Caabó, en Corrientes, lo convirtieron en realidad.

En las 26.000 hectáreas del establecimiento, que fundó una compañía inglesa hace más de 130 años a pocos kilómetros de la ciudad de Mercedes, se cultivan hoy casi 4.000 hectáreas de arroz. Allí, la gente de Pilagá, la actual propietaria del campo, obtiene rindes inclusive superiores a los 9.000 kilos por hectárea, contra los cerca de 5.000 del promedio nacional.

El arroz integra allí una cadena, que apunta a incrementar la producción ganadera de la mano de las rotaciones con ese cereal y, ahora, también de la soja.

El concepto, para la gente de Ita Caabó, es que "la agricultura no compite con la ganadería, sino que la potencia, porque permite incorporar praderas de alta producción, que requieren una inversión que no podríamos hacer con la renta de la cría".

La hacienda del campo es toda Braford y constituye uno de los rodeos de la raza más importantes del país. Los animales son un eslabón clave en las rotaciones, que funcionan así: