El girasol tiene un camino por recorrer.
Especialistas e investigadores concluyeron, en dos jornadas de trabajo, que el cultivo debe encarar cambios productivos y tecnológicos...
Especialistas e investigadores concluyeron, en dos jornadas de trabajo, que el cultivo debe encarar cambios productivos y tecnológicos; críticas a la ausencia de precios de referencia; Carlos Bianchi habló del liderazgo.
La Asociación Argentina de Girasol (Asagir) dio dos saltos consistentes hacia adelante: uno cuantificable y otro cualitativo. Ambos surgieron del Tercer Congreso Argentino de Girasol 2005 del que participaron cerca de 1700 personas, entre productores, técnicos e investigadores nacionales e internacionales.
El primero de los saltos se materializa en el desafío de duplicar en los próximos años el valor de la red del girasol. Esto comprende a la producción primaria, el transporte, la comercialización, la industria y el consumo doméstico que, en este momento se valora en 1400 millones de dólares, según consignaron el presidente de Asagir, Ignacio Lartirigoyen y el vicepresidente, Rodrigo Ramírez.
"Duplicar el valor no significa hacerlo sobre la base de incrementar la producción en la misma proporción. Resulta, en rigor, aumentar la productividad por hectárea, disminuir los costos de transacción, incrementar nuevos mercados en el exterior y desarrollar los conceptos de nutrición y consumo humanos", subrayó Ramírez.
El segundo salto consiste en consolidar un aspecto de la tecnología, que procura transformar la cadena del girasol en una red.