Cría de terneras holando en Salta.

A mediados de la década del ochenta, cuando comencé a trabajar en tambos, me encontré con que muchos de ellos no hacían su propia reposición de vacas, servían las mismas con toros de razas carniceras y vendían las crías, tanto machos como hembras.

En algún tambo llegué a ver que se inseminaba con semen de Angus. Recordé entonces que unos años atrás en los 60 y parte de los 70, en Salta habían cabañas de prestigio, con animales de pedigrí de gran valor genético, que era común verlos el 12 de octubre en la Exposición de la Sociedad Rural Salteña, siendo el Holando por muchos años la raza mas importante de la muestra (hoy no existe).

Empecé a indagar el porqué de esta tendencia, con la cual yo estaba en total desacuerdo, y me comentaban que provenía de asesoramientos de gente vinculada con la única planta láctea existente en esos tiempos en el Valle de Lerma. El planteo era el siguiente: No usar tierras para la cría de vaquillonas, y en su lugar hacer una actividad mas rentable y comprar en otoño, del sur, las vaquillonas a parir, necesarias para la lógica reposición del rodeo.