Los tamberos, en la encrucijada de liquidar o endeudarse para seguir
Los pequeños productores ven que un peso por litro, como impuso el Gobierno, no cubre sus costos de producción. Y las fábricas más chicas no lo pueden pagar por la caída de los precios de los lácteos.
Un poco por la crisis que afecta a los mercados mundiales, pero mayormente por la restricción de las exportaciones de lácteos, la lechería nacional parece llevar a la mayoría de los pequeños y medianos productores a una situación de quebranto. Los precios de los lácteos caen a nivel mundial por la fuerte crisis internacional —en paralelo con una disminución en el consumo— mientras que a nivel local los costos se niegan a acompañar la tendencia. Sobre todo en los insumos para el tambo, donde sólo el precio del maíz —por la misma crisis— sigue la curva descendente.
Así, los productores se encuentran con que, en promedio, necesitan de $1,20 para no perder rentabilidad, pero el Gobierno —que le maneja el precio— apenas conseguiría que parte de la industria, la que recibe subsdios, les pague $1,00.