Cada vez se siembra menos maíz y la tendencia al monocultivo de la soja se acentúa en el país
Los resultados de la política agropecuaria nacional destinada al sector maicero no dieron resultados positivos. El aumento del costo de los insumos desalentó las inversiones previstas en el corto plazo.
Los resultados de la actual política agropecuaria nacional comenzaron a sentirse en las variables negativas de los diferentes cultivos extensivos a lo largo del país. Primero fue el trigo, cultivo al que la fuerte intervención de la Oncca le impidió realizar sus exportaciones, y con el control de sus precios le quitó competitividad. Bajo estas circunstancias, es lógico pensar que hay una desmotivación de cara al futuro para seguir invirtiendo en tecnología y genética en este cultivo tan emblemático para la Argentina.
Además el sector que produce este cereal de invierno sufrió los efectos devastadores de la sequía, primero, y de las heladas, después, que golpearon fuertemente en los campo. En tanto, el país ya padece la más baja cosecha de trigo lograda en varias décadas. La trilla final prevista sería de 11 millones de toneladas, una cifra 31% inferior a la del ciclo 2007/08.