La ganadería no se rinde
Los ganaderos, luego de las elecciones y la lluvia, recuperan la esperanza. Y hacen punta con la genética.
Animados por las lluvias que cayeron en los últimos días sobre diferentes regiones del país, los productores ganaderos llegaron a la exposición Rural de Palermo con buenas expectativas, no sólo por el agua, sino también por el clima político, tras las últimas elecciones legislativas.
El dato no es menor, puesto que la sequía y la política económica del Gobierno representan los factores de mayor peso a la hora de analizar las causas que vienen poniendo un freno a la producción ganadera, y que pueden definir el rumbo de la actividad en el futuro.
Según Juan José Grigera Naón, vicedecano de la Facultad de Agronomía de la UBA (Fauba), "se estima que este año la producción de carne va a caer en 400.000 toneladas, equivalente a las exportaciones argentinas del 2008, y se van a producir unos tres millones menos de terneros".
La producción estaría siendo fuertemente perjudicada por la dificultad de alimentar adecuadamente a los animales (por la falta de forraje disponible), con mayores valores de mortandad y bajos índices reproductivos, y por la necesidad, de parte de los criadores, de liquidar vientres para afrontar sus gastos.
"Si la tendencia actual continúa, en 2011 estaríamos en déficit. Esto significa que tendríamos que importar o bajar el consumo interno. El asunto es que, en el mercado externo, la carne argentina es la más barata del mundo, con lo cual nos va a costar más caro", dijo Grigera, quien también es profesor titular de la cátedra de Bovinos de Carne de la Fauba.