Un eslabón que faltaba en la región
"La ganadería del Norte tuvo importantes progresos en los últimos 20 años que impulsaron la terminación a corral en una región deficitaria en carne. En este marco, la ampliación de la capacidad de faena cayó por su propio peso" dijo Oscar Melo

"La ganadería del Norte tuvo importantes progresos en los últimos 20 años gracias a la difusión de las pasturas tropicales, la hacienda de calidad adaptada a los rigores del clima y los granos más baratos, que impulsaron la terminación a corral en una región deficitaria en carne. En este marco, la ampliación de la capacidad de faena cayó por su propio peso", dijo Oscar Melo, ex decano de la Facultad de Agronomía de la Universidad Católica de Córdoba y especialista de la consultora MBG Ganadería.
El detonante fue la irrupción de las pasturas megatérmicas, que son gramíneas de carbono 4 capaces de producir en pleno verano, a diferencia de las de carbono 3, de zonas templadas, típicas de la pampa húmeda. "Estas forrajeras se adaptaron muy bien a los modelos silvopastoriles, lo que permitió hacer desmontes más racionales, sin necesidad de limpiar demasiado los lotes como se hacía en los años setenta. Esto abarató mucho los costos y, entre los 80 y los 90, se pudieron incorporar numerosas hectáreas a la actividad", explicó Catalina Boetto, que trabaja junto a Melo.