Lechería, industria de pequeña escala
La producción láctea argentina encuentra límites en el mercado mundial, debido a la reducida dimensión de cada uno de los eslabones de esa cadena productiva.
En la edición de Cash del 3 de noviembre pasado, un artículo de la Fundación Pueblos del Sur presentaba una situación actual “muy promisoria” para el conjunto de la industria láctea. Basados en datos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación mostraba cómo las exportaciones de productos lácteos aumentaron desde 2007 a 2012 de forma permanente. Varios indicadores del sector exhiben cifras espectaculares de desempeño si se compara con 2002 o 2003, período de crisis del país y, también, del sector lácteo. Pero si se remonta un poco más en el tiempo, dichas virtudes dejan de ser tales. En 1999, la producción nacional de leche alcanzó los 10.330.836 de litros y recién en 2011, doce años después, se superó dicha producción. De esta forma, Argentina tardó una década en volver a producir lo mismo. A su vez, exportar más no significa mejor competitividad internacional del sector. Esto lleva a la necesidad de subsidios estatales, bajos salarios y malas condiciones laborales para compensar su menor productividad.
En los últimos treinta años se incrementaron en 24 veces sus exportaciones de productos lácteos, de 11.920 toneladas en 1981 a 296.711 en 2011. Sin embargo, este último dato representa el 1,74 por ciento del mercado mundial, según datos de Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Con estos niveles de exportaciones, sigue ubicándose por debajo de países como Polonia o Irlanda. Mientras, los países con fuerte incidencia en el mercado mundial, como Alemania, los Países Bajos, Francia y Nueva Zelandia se encuentran cuadruplicando o quintuplicando sus exportaciones. Por lo tanto, lo que se presenta como un crecimiento de las exportaciones se hace omitiendo que sigue teniendo un lugar marginal en el mercado internacional.
¿Cuáles son los obstáculos en el sector, que no puede “despegar”? Las características de la producción primaria de leche (los tambos) y el tamaño del mercado interno conforman obstáculos serios para el sector lácteo. Esto no hace otra cosa que dejar a la Argentina a un lugar marginal en la participación del mercado internacional.