Bondades y crecimiento de la industria avícola
El testimonio del presidente de una de las empresas líderes del sector sirvió para describir la evolución de la actividad en el país.
De Grazia explicó el mapa de la exportación de las partes del pollo.
Joaquín De Grazia, titular del Grupo Granja Tres Arroyos (GTA) disertó en el Panel de Carne Aviar del Seminario. Su presentación se focalizó en la historia de la empresa familiar que preside y que fundó su padre, Gaspar, un italiano que llegó de Calabria en 1935 y que comenzó a ganarse la vida vendiendo pollos por las calles de Buenos Aires.
Hasta 1950, estuvieron en un puesto del Mercado Porteño, de Trelles y Gaona, donde los grandes se ocupaban de despachar y los chicos del “delivery” repartiendo en el barrio en bicicleta. Por ese entonces, el pollo se vendía tal cual Dios lo trajo al mundo: con plumas, garras y menudencias. A pesar de ser un país apto para la avicultura, no se contaba con un sistema integrado que nucleara pollitos BB, aves vivas, fundamentalmente porque no se conocía esa información.
Tuvieron que pasar muchos años para que aquella pequeña empresa familiar se convirtiera en lo que es actualmente Granja Tres Arroyos. Merced a estrategias a largo plazo y acciones que desarrolló la familia de integración vertical, hoy GTA tiene 4900 empleados, logró una producción de 138 millones de pollos en 2014 y alcanzó un volumen de exportación en unos 260 millones de dólares.