Ventajas del buen trato al animal
Tratar bien a los animales en los sistemas productivos, además de ser un tema ético, también es un tema económico.
El transporte de las haciendas demanda mayor capacitación del personal. Foto: El País
Ya en 2008, cuando la tonelada de carne vacuna uruguaya no estaba tan valorizada como hoy, una auditoría especializada impulsada por el Instituto Nacional de Carnes (INAC) y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), mostró que se perdían US$ 29,50 por cada vacuno faenado que trasladados al grueso de la faena representaban unos US$ 65 millones anuales.
Por eso, más allá de los avances que logró Uruguay en bienestar animal —un atributo que cada vez es más valorado por los consumidores de países del primer mundo— el Instituto Nacional de Carnes, a través de la Dirección de Control de Calidad, diseñó un protocolo especializado que busca certificar este aspecto desde el predio hasta la faena.
La carne procedente de predios certificados en bienestar animal, transportada en camiones que cumplen con el protocolo y producida en frigoríficos que también estarán certificados por este atributo, llevará un distintivo especial en la caja, buscando valorizar más los cortes.
La certificación brindará garantías adicionales de lo que se dice que se hace a nivel de campo, durante el transporte del ganado, así como en el posterior manejo del ganado y su faena, realmente se cumple a rajatabla. Ya no alcanza con decirle a los consumidores que se hacen determinadas cosas, en el mundo actual, hay que certificarlas.
Tres patas.
Según explicó el titular de la Dirección de Control de Calidad del INAC, Ricardo Robaina, el protocolo que ya está vigente, pero que es voluntario para los productores, transportistas y frigoríficos que gusten participar, abarca toda la cadena.
"A nivel de predio, el productor debe cumplir con ciertos requisitos en cuanto a instalaciones, manejo del ganado, así como durante la carga de los animales en el camión que los transportará hasta la planta de faena", explicó el experto de INAC.
Los empleados del establecimiento deberán tener una capacitación mínima para manejar los animales sin golpes, palos, picanas o perros, además de cuidar otros aspectos fundamentales de bienestar animal.
A su vez, los transportistas de hacienda deberán cumplir con otro protocolo que abarca su idoneidad (rutas, manejo de las cargas, velocidad adecuada, etc.) y las condiciones del camión, entre otros. "Si se cumple con todo eso el camión tendrá un distintivo que certifique que cumple con el protocolo de bienestar animal", agregó Robaina.