El consumo de proteínas animales no para de crecer
La contrapartida del descenso del precio de los granos y los recursos energéticos. Con o sin crisis la clase media emergente quiere seguir consumiendo proteínas animales.
Compañías cárnicas globales siguen de fiesta.
Se acabó la era de los commodities. En el último año los principales índices internacionales de materias primas perdieron más de un 30% de su valor.
Pero, con el surgimiento de una nueva clase media global en Asia, África y Medio Oriente, el consumo de proteínas animales no para de crecer. Y si a eso le añadimos insumos (granos) y costos logísticos (fletes) más baratos, entonces tenemos una gran oportunidad de negocios en la industria cárnica.
Reflejo en la bolsa de valores
Tal fenómeno se refleja en el valor bursátil de muchas empresas globales dedicadas a elaborar productos cárnicos. En la cima del ranking se ubica la compañía estadounidense Hormel Foods: en el último año las acciones de esta empresa subieron más de un 22% en el New York Stock Exchange (y más del 40% en los últimos dos años).