Uruguay: crece la inseminación artificial en vacunos

La adopción de la inseminación artificial en el rodeo de carne uruguayo viene creciendo, pero esta tecnología todavía tiene que lidiar con condicionamientos.

Esta tecnología todavía tiene que lidiar contra el desconocimiento.

Esta tecnología todavía tiene que lidiar contra el desconocimiento.

26deOctubrede2015a las07:59

Por un lado, la cantidad de dosis de semen bovino congelado que ingresan a Uruguay se encuentra estable e incluso en algunos años crece. El año pasado, se importaron 914.788 dosis de semen bovino congelado y de ese total, 637.732 dosis correspondieron a la raza Holando, mientras que en la ganadería de carne domina lejos el Angus con 169.829 dosis, según los datos del Departamento de Control de Comercio Internacional del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).

Este año, se llevan importadas 517.969 dosis hasta el pasado mes de agosto, donde el Holando acaparaba 461.701 dosis, pero falta computar toda la zafra de primavera de ganado de carne, que suma bastante.

Más allá de las cifras, que pueden crecer o no dependiendo del mercado, las empresas dedicadas a la venta de semen bovino congelado e incluso los veterinarios, que son los que orientan y ejecutan los programas sanitarios y reproductivos en los establecimientos, sostienen que también hay un crecimiento en el uso de la inseminación artificial. En paralelo, hay un mercado de dosis de toros nacionales que no está cuantificado.

Pablo Barreto, director de Selecta, empresa que representa a la estadounidense Select Sires, aseguró a El País que en la ganadería de carne uruguaya "el uso de la inseminación artificial aún es bajo".

El empresario reconoció que "basándose en la venta de los kit de hormonas que se utilizan en los programas —principalmente para lo que es la inseminación artificial a tiempo fijo en ganado de carne— y en las ventas de semen, puede deducirse que hay un crecimiento sostenido de alrededor de 10% anual".

Esta tecnología reproductiva ha sido muy adoptada en la lechería uruguaya. "El productor con más años no la discute porque sabe que es buen negocio. El joven está más abierto a la adopción de tecnología y el productor chico, tampoco la discute, porque se sacó el toro de adentro del campo", explicó el director de Selecta.