El feedlot extrapampeano se profesionaliza
Un agrónomo del oeste y un veterinario del norte cuentan cómo se capacitan para hacer encierres más eficientes.
Nuevos servicios para que el productor elija el mejor negocio.
Para dar respuestas a las demandas de los ganaderos en materia de alimentación a corral y con la idea de asesorarlos en alternativas de negocios más convenientes y previsibles, cada vez más técnicos acuden a cursos de capacitación en nutrición animal. Un veterinario del norte entrerriano y un agrónomo santiagueño contaron sus experiencias a Valor Carne.
“Egresé de la Facultad del Nordeste, Corrientes, en 1984. En mi época, no veíamos prácticamente nada de nutrición animal, ni los agrónomos ni los veterinarios podíamos asesorar en el tema, había un bache, una oportunidad, sobre todo porque los encierres empezaban a crecer en la zona. Entonces, hice un curso en MBG Ganadería y, hoy, estoy trabajando como director técnico en el feedlot Tres Hermanos”, recordó el Doctor Gerardo Podestá (Izquierda en la foto) de Chajarí, Entre Ríos, a 17 km de la frontera correntina. Y detalló que “los dueños de la firma son citricultores de toda la vida y hace ocho años iniciaron la ganadería, arrendando un campo de cría en Corrientes. Más recientemente instalaron un engorde a corral para 2.000 cabezas que está en pleno desarrollo”.
Para Podestá, un factor que contribuyó a forjar su nuevo perfil laboral es que en la provincia entró en vigencia la Ley 2223 que exige que los feedlots tengan un profesional. “La normativa es muy positiva porque nos arrima a la actividad, pero también nos hace responsables de los potenciales daños ambientales. Nuestra zona está llena de riachos y si los desechos no se tratan bien pueden contaminar las aguas”, advirtió.
Escuela de feedlot
El curso incluye una puesta a punto de los conocimientos en materia de engorde a corral y brinda herramientas informáticas para balancear dietas y hacer la presupuestación física y económica, desde que la hacienda ingresa hasta que sale a faena. “Lo primero que hice fue corregir los problemas de acidosis, la dieta de la empresa era buena pero fallaba la preparación. No tenían un buen mixer y los ingredientes se daban por separado, entonces los animales seleccionaban: algunos comían sólo fibra y otros, mucho maíz. Les sugerí que cambien el equipo para que muela y mezcle como corresponde; y, ahora, cada uno recibe lo que realmente se formula. Además, le enseñé al operario cómo cargarlo”, recordó Podestá.
Actualmente, el veterinario está usando el software para armar una dieta balanceada pero más económica. “Por ejemplo, le saqué el expeller de trigo, que está caro, y le agregué más maíz. El próximo paso será reemplazar el 10% de núcleo proteico, comprando los ingredientes en forma directa; con el balanceador puedo combinarlos sin necesidad de recurrir a un producto pre elaborado”, subrayó. Y resaltó que “los dueños del feedlot ya notaron un gran cambio en la calidad de los animales”.