El asado desafía al barbecue: el clásico argentino avanza en Estados Unidos
En los últimos años surgieron en el país del Norte empresas que venden parrillas argentinas, chimichurri y asado a domicilio.
|Un asado simplemente no es un barbecue.
No importa cómo trate de traducirse, un asado simplemente no es un barbecue. Así lo entendió Charles Eisendrath, corresponsal en Buenos Aires de la revista Time en los años 70. La reverencia por el estilo argentino y el culto que encierra el asado es lo que enamoró al periodista que, al volver a Michigan, decidió crear una "auténtica parrilla argentina" y empezó a vender entre amigos y referidos.
Más de 30 años después, su hijo Ben -ex ejecutivo de AOL- tomó las riendas del negocio, lo hizo crecer y lo profesionalizó. Hoy, las parrillas Grillworks inspiradas en la Argentina, hechas en los Estados Unidos, como reza la Web, explotan el buen marketing del asado local para vender sus productos en acero inoxidable. Son todas hechas a mano y en los más altos estándares de calidad para amateurs y profesionales.
"Vimos un crecimiento explosivo de la cocción con leña y, particularmente, la influencia de la cocina sudamericana en los Estados Unidos. El mercado gastronómico redescubrió el viejo arte: cocinar sobre el fuego vivo. La revista Bon Appétit incluso lo declaró como la técnica del año en 2015", asegura a LA NACION Ben Eisendrath, director de la compañía. Sus clientes son estadounidenses muy viajados, entusiastas culinarios, residentes sudamericanos y, cada vez más, gente de otras partes del mundo. "Toda civilización tiene sus raíces en el fuego, después de todo", remata.
Grillworks vende unas 300 parrillas: desde las hogareñas (entre US$ 3000 a US$ 13.000) hasta las profesionales para restaurantes, llamadas "Infierno", que pueden alcanzar los 3,6 metros de largo y 2 metros de alto, y van de los US$ 25.000 a los US$ 80.000. Se publicitan como "auténticas parrillas argentinas", sólo que se fabrican en Michigan.