Quién se queda con la crema de la leche

Los lácteos pasan por cuatro sectores. El productor perdió participación en el precio final de la leche fluida y ganó el comercio minorista. Pero no es este el que se lleva la mayor porción.

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Productor perdió participación en el precio final.

Productor perdió participación en el precio final.

29deAgostode2016a las08:55

La cadena láctea argentina tiene serios problemas desde hace mucho tiempo. En 2015, la situación de los productores se complicó; y este año, por la inflación y la recesión, explotó.

La leche llega al consumidor luego de pasar por cuatro grandes rubros. En cada etapa hay costos en alza y una presión impositiva que, sumada en total, es sorprendente. En los extremos de la cadena están los más perjudicados: el productor y el consumidor.

En las últimas semanas, los tamberos endurecieron la protesta. Mientras ellos reciben 4,2 pesos por litro, la leche se vende desde 14 pesos (las segundas marcas en Buenos Aires). En Córdoba, las marcas líderes van desde los 17 pesos por litro si es un negocio de barrio –según el Centro de Almaceneros–; a 18 pesos si es un supermercado, según el relevamiento de precios de La Voz .

Los tamberos apuntan a los hipermercados, porque en los últimos años en el precio final de la leche creció la participación del minorista y perdió el productor. Pero si se revisa la cadena de formación del precio, no está claro que esto sea así.

Paso a paso

El tambero. Según cifras de la Mesa Nacional de Productores Lecheros (MNPL), cuando comenzó este siglo, había 18 mil tamberos; hoy, serían menos de 10 mil.

El productor tiene un costo promedio de 5,3 a 5,4 pesos el litro, pero recibe un peso menos. Años atrás, cuando el precio mundial era más alto, el gobierno frenó la exportación para evitar que esto afectara el mercado interno. Si en aquel momento hubiera permitido vender afuera, el productor habría hecho un “colchón” para los tiempos “malos”. Como China redujo sus compras, el excedente hizo que el precio mundial cayera, enfrentando al productor, que viene de años para nada buenos a un período más malo todavía.

Las lluvias de este año afectaron los caminos, lo que impidió sacar la leche del tambo (con la consiguiente pérdida de producción) y dejaron sin alimento al productor; para peor, la eliminación de las retenciones a la exportación de maíz elevó el precio de este insumo usado para la alimentación de los animales. Por eso, aun cuando el tambero argentino recibió una mejora en el precio de 36 por ciento, no cubre los costos.

El resultado de esta “tormenta perfecta” fue que el ritmo de producción mensual cayó de 1.100 millones de litros en octubre de 2015 a 800 millones en junio pasado.

La industria. Esta caída de producción también afectó a las fábricas, que tienen costos salariales promedio de 37 mil pesos (no es lo mismo que el salario neto que cobra el trabajador) y que además pagan el transporte desde tambo hasta la industria y desde la planta hasta el centro de distribución.

Precisamente, la logística ya representa seis a 10 por ciento del precio final de la leche fluida y es hoy una fuente de preocupación.