Cómo evitar la venta zafrera de terneros al destete

Apuntan a agregar valor a la producción con la venta de la vaquillona preñada y el engorde del ternero en feedlot.

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En Maipú, el administrador de Yamahuida, Armando Mayorga, con un lote de recría de hembras.

En Maipú, el administrador de Yamahuida, Armando Mayorga, con un lote de recría de hembras.

21deNoviembrede2016a las08:50

El establecimiento Yamahuida, ubicado en Maipú, se aleja del modelo tradicional: trabaja con carga variable durante el año y vende hembras preñadas además engordar los terneros en un feedlot.

Tener un campo de cría en la cuenca del Salado no necesariamente condena a vender terneros al destete en forma zafrera. Sin embargo, generalmente tampoco se puede aspirar hacer el ciclo completo en el establecimiento convirtiendo los terneros en novillos gordos con el forraje producido. Muchos campos de esa zona "no dan" para eso. En cambio, sí se pueden desarrollar otras actividades que agregan valor a la producción básica de terneros de destete, como la venta de hembras preñadas, que pueden dar un ingreso equivalente a la venta de novillos gordos.

El establecimiento de cría Yamahuida es un caso práctico de lo expuesto. Está ubicado sobre suelos típicos del partido de Maipú, con una vegetación constituida principalmente por "pelo de chancho" en los suelos de clase V y VI y pasturas compuestas por festuca, agropiro y lotus tenuis en los de clase IV. El régimen de lluvias es de 800-1000 milímetros anuales.

En los últimos años desarrolló una característica fuera de lo común: la carga animal varía según la oferta forrajera disponible en el campo. "Cuando empiezan las primeras heladas, comienzo a liberar el campo y con las últimas, empiezo a repoblar lo", explica Armando Mayorga, administrador del establecimiento. ¿Cómo lo hace? Vamos por partes.

"Administro el campo desde hace 30 años con animales de raza Aberdeen Angus. Durante los primeros años procuré desarrollar un buen planteo de cría mejorando los índices productivos en las 8000 hectáreas del establecimiento", rememora Mayorga.

Con siembra directa se implantaron pasturas adaptadas a los suelos de la zona, se dividieron los potreros con alambrado eléctrico y se mejoró la calidad del agua suministrada a la hacienda. "Trabajando junto con el veterinario se logró aumentar el porcentaje de preñez hasta llevarlo al 93% en la actualidad, lo mismo que el porcentaje de destete, que llegó al 95 %sobre vaca preñada", agrega.