En la Patagonia, el valor agregado es la mejor alternativa

En General Roca, en la provincia de Río Negro, la familia Pili adoptó la tecnología para potenciar un esquema diversificado en un ambiente difícil.

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En la ganadería, Francisco Pili contó que el objetivo es encerrar dos ciclos de 400 animales.

En la ganadería, Francisco Pili contó que el objetivo es encerrar dos ciclos de 400 animales.

26deDiciembrede2016a las08:32

“Hoy logramos que el ternero que nace en la provincia termine en un restaurant o en la carnicería y luego al plato de una familia de la provincia con gran porcentaje de insumos generados también en Río Negro”, destacó el productor de General Roca, Francisco Pili, a Clarín Rural para graficar el crecimiento que ha tenido la región del Alto Valle y el valor que hoy agregan con orgullo, a la producción de granos.

El ritmo productivo de la región lo marca el Río Negro. En el valle que se forma allí por influencia del Río Limay y el Neuquén quedan campos productivos de interés para la producción frutícola (en chacras) pero también, a partir del riego, para la producción de forrajes y maíz (que también terminará hecho carne). El río Limay tiene su origen en el Lago Nahuel Huapi y al confluir con el río Neuquén da lugar al nacimiento del río Negro.

“Es una zona desértica con precipitaciones anuales de 120 a 160 milímetros, que no son compatibles con la producción, la dependencia del riego es total”, explicó Pili. El productor también contó que las últimas dos o tres campañas la media de precipitaciones ascendió a 300 milímetros. Además del agua, hay que cuidarse del viento, que complica algunas producciones. Para eso la mejor defensa son las “cortinas” de alamedas.

La historia de los Pili está más ligada a otras actividades pero, desde hace ya ocho años, cuando Francisco Pili se sumó a las empresas de la familia que empezaron a explorar la actividad agropecuaria. Hoy tienen unas 200 hectáreas en el Alto Vallle de Río Negro, y están prontos a adquirir unas 100 hectáreas más. 

Una herramienta fundamental en la zona como el riego por manto ha tenido como aliado una innovación como es la nivelación con láser. Esto es es fundamental para lograr una eficiencia en el riego porque mejora la distribución y consumo de agua más parejo para los cultivos, también eficientiza la fertilización y reduce la erosión.

En lo que respecta a las rotaciones, para Pili lo mejor es hacer un verdeo de invierno o de verano antecesor a una alfalfa y luego de los tres cuatro años de la alfalfa hacer dos años de maíz, “que permite lograr muy buenos rendimientos con 12 ó 13 toneladas por hectárea”.