De la infraestructura al personal: una radiografía de los tambos argentinos

La lechería de la pampa húmeda cerró el ejercicio 2016/2017 con peores resultados productivos que el bienio anterior, fundamentalmente por las inundaciones registradas en ese período.

18deAbrilde2018a las08:53

Más allá de la coyuntura, hay factores que se pueden gestionar para mejorar la competitividad, esto es aumentar la profesionalidad en el manejo empresarial de los tambos, la infraestructura de ordeñe que condiciona el bienestar animal y del trabajador e incrementar las prácticas de nutrición del suelo, los controles productivos, reproductivos y sanitarios.

Esas conclusiones se desprenden de la encuesta realizada por el INTA a 190 productores tamberos de Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires y Entre Ríos. En 2016 y 2017, el 60% de los tambos analizados sufrió el impacto de anegamientos e inundaciones. Un 40% estuvo aislado (el 23% más de cinco días) y el 3% debió cerrar por un tiempo. De las unidades afectadas, la pérdida media de pasturas fue de 43%, mientras que 46% registró disminución en la producción diaria de leche (de 2258 litros a 1323 litros por jornada).

Tomando como punto de referencia los 125 tambos que integraron la muestra 2014/2015 de Inta, se registró una tasa de cierre de 6,4% (ocho tambos). Por efecto de la combinación de problemas climáticos y económicos cerraron cuatro; dos lo hicieron por cambio de actividad, y los otros dos por problemas personales de sus dueños.

Seis de cada diez tambos encuestados son unipersonales. Los otros tipos societarios representan 33%. La mayoría son administrados por personas de 58 años promedio, con un nivel de capacitación variada (32% estudios primarios; 36% secundario y el resto, universitario). El 66% de los productores obtiene ingresos únicamente de la actividad agropecuaria y la mayoría reside preferentemente en la ciudad. Sólo en Entre Ríos hay más viviendo en el medio rural.

El tamaño promedio del establecimiento fue de 207 hectáreas (210 en 2014-2015), que se destinan principalmente a producir alimentos para las vacas del tambo. En el 53% de los casos las tierras son propias.