La lechería rechaza las nuevas retenciones
Los aportes por tonelada de tres y cuatro pesos a las exportaciones, a pesar de la baja para la soja al 18 %, seguirán afectando las cuentas del sector.
Los precios para agosto a la producción primaria continuarán en 7,50 pesos por litro en promedio.
No fueron buenas las noticias para el tambo las de los anuncios oficiales de este lunes en el inicio de septiembre. El cambio de condición del Ministerio de Agroindustria a Secretaría, dependiente de Producción, genera una de las mayores incertidumbres para la lechería, ya que no se sabe qué denominación y rango pasará a tener la ya devaluada Subsecretaría a Dirección Nacional.
Con menos presupuesto, pero sin recortes de personal, aún no se sabe cómo continuará el espacio donde han faltado decisiones políticas y apoyo para la producción y la industria sectorial. Pero esto parece menor ante el nuevo embate impositivo.
El adelanto de la rebaja de retenciones a la soja, hasta el 18 por ciento, intenta asegurar una gran campaña gruesa, donde el tambero también entra en consideración en la búsqueda eterna de rentabilidad y complementariedad de actividades en un mismo campo. Puede esta ser la fase positiva del caso en el que ya el Gobierno aceptó enfrentar una crisis. Sin embargo, la clave está en el aporte de las exportaciones, generalizado.
Ya están muchos con la calculadora, mirando al maíz, no sólo como grano y posible fuente de ganancia, sino como alimento para el ganado. Si se tiene en cuenta que se deberán pagar cuatro pesos por tonelada exportada, por ser una materia prima, se estima que los valores se van a retocar y por consecuencia la genética agrícola ya sabe que no será beneficioso el cálculo.