La oportunidad detrás de la huella hídrica: ¿Podemos convertir una ventaja comparativa en una competitiva?

La eficiencia de la agricultura de secano en la argentina, más específicamente en zona núcleo, es una realidad. ¿Cómo aprovecharla?

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La oportunidad detrás de la huella hídrica: ¿Podemos convertir una ventaja comparativa en una competitiva?
13deJuliode2020a las09:46

La Argentina es un país que se distingue por la abundancia de recursos para la producción, por la gran biodiversidad que presenta y por la enorme variedad de suelos y climas que existen en toda su extensión. Todas estas características le dan al sector agropecuario grandes ventajas comparativas con respecto a otros países en el mercado mundial. Las ventajas comparativas son aquellas que surgen de un ambiente favorable, con una gran disponibilidad de recursos, y son heredadas del ecosistema.

La abundancia de precipitaciones, el almacenamiento de agua en los suelos y las aguas subterráneas permiten realizar producciones en secano que en otras regiones del mundo no son posibles. Al evaluar indicadores ambientales como la huella hídrica (HH), para cultivos como trigo, soja y maíz en zona núcleo, podemos ver una gran eficiencia de uso del agua y un margen de rendimiento potencial que todavía puede alcanzarse para aumentar la productividad. 

Las ventajas competitivas surgen de los esfuerzos de una región por competir. Por lo tanto, la competitividad de un sector se basa en los esfuerzos por mantener y potenciar las ventajas comparativas para posicionarse cada vez mejor en un determinado entorno económico.

Mientras que las ventajas comparativas son relativas, es decir que estar directamente relacionadas con el equilibrio entre países y sus diferentes condiciones naturales y abundancia de recursos; Las ventajas competitivas se relacionan con las fuentes de competitividad que un país puede desarrollar como logística, transporte o mano de obra calificada.