Mendoza, ¿tierra del buen megafardo?
La provincia se posiciona en la producción de megafardos con dos objetivos bien claros: aumentar la producción ganadera y atender la demanda de la exportación de heno de calidad.
Mendoza, tierra del sol y del buen vino. Aunque ahora se le puede sumar “del megafardo”. Si bien la región es conocida por sus características climáticas ideales para la producción vitivinícola y frutícola, estas condiciones también aplican para un buen forraje, pilar fundamental para el crecimiento de la ganadería en la provincia.
De hecho, en Mendoza se obtiene el doble de rendimiento por hectárea de alfalfa que en la Pampa Húmeda. Las horas de luz solar, las escasas lluvias y la presencia de riego artificial son algunas de las características claves que, sumadas a la incorporación de tecnología y de megafardos, generan un combo perfecto.
Los megafardos, a diferencia de los fardos simples o rollos, posibilitan una mejor compactación y mayores dimensiones por unidad productiva. Esto permite que los costos logísticos disminuyan notablemente.
Producción ganadera en Mendoza
El ingeniero agrónomo y productor ganadero, Diego Guerrero, destacó en diálogo con Agrofy News que hay una tendencia de mayor número de hectáreas destinadas a alfalfa y también a maíz para picado. Una tendencia que viene acompañada de recientes anuncios del gobierno provincial para financiar la producción de proteína animal.
En 2017 se sancionó una ley para aumentar la superficie destinada a la ganadería bajo riego e incentivar el autoabastecimiento de carne. Según los datos de la provincia, los mendocinos consumen 450 mil cabezas de ganado bovino al año. En tanto, el heno de calidad es requerido por países de Oriente Medio y tiene un gran valor internacional.
Guerrero explicó que esta relación de Mendoza con la ganadería viene desde sus orígenes, hasta que los inmigrantes impusieron la vitivinicultura y la fruticultura: “Mendoza tiene condiciones muy buenas para producir forraje y de calidad”, aseguró el ingeniero agrónomo.