Quesos Migue: el hijo del fundador de Nucete montó una pyme láctea que "enloquece" a los brasileros
Siendo la única pyme láctea argentina con base el estado de Santa Catarina, Quesos Migue trabaja especialidades, con una idea de asociativismo y cercanía con la materia prima muy innovadora.
Cada cual hace su camino y en el sector lechero está plagado de ejemplos interesantes en este sentido.
Miguel Angel Nucete tiene un apellido conocido dentro del segmento de alimentos. Trabajando con su padre en la que llegara a ser la principal empresa olivícola del país, desde los 15 años y compensando el no haber terminado el secundario se mudó a Mendoza para trabajar en la empresa hasta sus 33 años, cuando se dio cuenta que la olivícola era muy personalista y eso no se condecía con su “sangre de emprendedor”.
“Mi papá fue el que fundó la empresa y no cedió su paquete accionario a nadie hasta 2014”, dos años antes de su fallecimiento, cuando las plantas en La Rioja, San Juan, Córdoba y las oficinas en Buenos Aires, “por una devolución de favores entre los ex gobernadores de La Rioja y de Tucumán” terminaron con la historia familiar en el sector cuando por un problema financiero.
El entonces mandatario riojano, Luis Beder Herrera, generó un préstamo y al no mejorar su situación financiera, la exigencia en la devolución del dinero llegó con una sugerencia de venta de la firma para la cual ya estaba sabido que Juan Manzur, el actual gobernador de Tucumán y entonces ministro de Salud, era el capitalista que terminó quedándose con la olivícola que sigue comercializando con las marcas Nucete, Cébila y Caucete.
Miguel Angel Nucete, en ese comienzo por su parte, montó una empresa de compras online a distancia para quienes vivían en el interior del país, en momentos en los que no existían las plataformas que hoy han crecido tanto. “Pero me di cuenta que lo mío era la industria y abandoné eso a los seis meses”.
Siempre buscando alternativas en la importación y la exportación, recuperó algunos contactos que en otros años había hecho en Brasil y entendió que una de las necesidades del otro lado de la frontera eran los lácteos.
“Empecé comprando quesos y vendiéndolos en Brasil, después arranqué con una fábrica alquilada, después crecí dentro de la industria y me mantuve en los quesos duros, no hago ningún tipo de cremoso, de los de venta rápida”.