En Argentina ya hay 25.000 “token vaca”: así funciona la plataforma que rastrea el origen de la carne con blockchain

Un paquete de carne que está en viaje a Arabia Saudita salió con el primer código QR de Carnes Validadas

En Argentina ya hay 25.000 “token vaca”: así funciona la plataforma que rastrea el origen de la carne con blockchain
06deMayode2021a las08:48

Conocer cómo, de qué manera y quién produjo una carne, si se respetó al medio ambiente o si hubo estándares de bienestar animal puede estar a un clic de distancia. Inspirados en ese objetivo y con la meta de agregar valor a la carne, Diego Heinrich y Nicolás Balestrini fundaron Carnes Validadas en mayo de 2019. La empresa es la primera plataforma argentina que trabaja sobre blockchain y permite hacer una trazabilidad ampliada de las cadenas de valor del ganado y el suministro de alimento.

“Los consumidores demandan cada vez más información”, observa Heinrich, CEO de la compañía. En este sentido, la agtech es pionera en consolidar la forma de producción en un código QR que puede estar disponible para que los compradores lean al momento de adquirir cortes. Incluso, la empresa ya creó el primer código QR para un envío al exterior y para fin de año estiman que los primeros QR con información sobre la carne estén en algunos supermercados de Buenos Aires.

La firma nació como una startup tecnológica y comenzó con 25 “socios ángeles”, que capitalizaron y fondearon la compañía para hacer el primer mvp (producto mínimo viable).

“A partir de ahí empezamos a consolidar la búsqueda de usuarios y clientes”, resalta Henrich. Por su capacidad de innovación y la valorización de los consumidores, la semana pasada fueron galardonados con el premio Digital Transformation Challenge entregado por el área BCR Innova de la Bolsa de Comercio de Rosario.

Cómo funciona el servicio de Carnes Validadas

Una vez que el productor o el establecimiento decide trabajar con Carnes Validadas, ellos le generan el “token vaca”, que es la identificación digital de la cabeza de ganado con toda la metadata, es decir sexo, raza, edad y marca de fuego. “Cada animal es único e irrepetible”, argumenta Heinrich.