"La esperanza siempre está": la experiencia de producir en un tambo chico y el plan que busca salvarlos de una tendencia

Menos de 2500 litros y por debajo de las 120 vacas en ordeño son las condiciones que seis agencias del INTA plantean para un proyecto a dos años en la cuenca lechera central

"La esperanza siempre está": la experiencia de producir en un tambo chico y el plan que busca salvarlos de una tendencia
03deAgostode2021a las13:05

Más del 60% de los tambos en la Argentina son chicos, producen menos de tres mil litros por día. Son empresas familiares, con rodeos pequeños que terminan aportando menos del 30 por ciento de la materia prima para que las industrias lácteas las conviertan en productos que luego llegan al consumidor.

La importancia del inicio de esta cadena productiva, con algo más de 8000 unidades productivas, tiene un impacto que va más allá de lo económico, porque en cada tambo hay al menos una familia que se desarrolla, que tiene detrás de la obtención de la leche su sustento y que eso ayuda también al desempeño de cada localidad donde está activa la lechería.

La tendencia global es la de la concentración, la desaparición de esos tambos chicos. Los medianos y los grandes avanzan sobre los rodeos y las tierras productivas, por una lógica de rentabilidad y disponibilidad para la inversión que los pequeños no tienen. Pero no a todo lo que se instaura hay que aceptarlo sin revertirlo y de esto se trata una iniciativa que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) puso en marcha hace unas semanas.

En Presidente Roca, Castellanos, Santa Fe

Una mañana bien invernal le dio el marco a una más de las visitas que los ingenieros del INTA, Carlos Callaci y Daniela Faure, le hicieron a Daniel Gorlino en su campo, al este de Presidente Roca, en plena cuenca lechera de Santa Fe.

El proyecto local para tambos de baja escala abarca a la cuenca lechera central, extendiéndose en la provincia de Santa Fe, Córdoba y el Suereste de Santiago del Estero.

“La idea nace porque empezamos a ver que los tambos que económicamente tienen más dificultades, los de menos de dos mil litros son casi el 60 por ciento de los que están instalados en la cuenca lechera central. Si bien hay algunos programas en marcha como Cambio Rural, no había una acción puntual para estos tambos”, comenzó explicando Callaci.

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Callaci, titular de la Agencia de Extensión Rural Castellanos del INTA, indicó que esto se enmarca en la Plataforma de Innovación Territorial, que comparten las dos principales provincias mencionadas con el eje puesto en el trabajo directo, con un rango de cinco a siete productores por agencia, tomando datos, haciendo el seguimiento de los números a lo largo de dos años.

Son siete las agencias involucradas en el proyecto que tendrá una extensión de dos años: Malbrán, Ceres, San Cristóbal, Brinkmann, Castellanos, Esperanza y Carlos Pellegrini.

“La idea es demostrar que estos tambos son sustentables, que permiten seguir con la actividad económica. Pero también debemos trabajar en la difusión del proyecto, para extender redes, conseguir socios como pueden ser las cooperativas, para agregar a quienes puedan ayudar y compartir el asesoramiento y seguimiento a los tambos, además de extenderse dentro del INTA y otras instituciones de ciencia y técnica como pueden ser las universidades”.