De peón a dueño: la historia del inmigrante que legó 33 estancias a 12 de sus herederos, incluido el popular Uki Deane

Ramón Santamarina protagonizó una saga terrateniente que llegó a reunir 281.727 hectaréas en Buenos Aires; su lazo con Tandil y el influencer Uki Deane

De peón a dueño: la historia del inmigrante que legó 33 estancias a 12 de sus herederos, incluido el popular Uki Deane
14deJuliode2022a las13:17

En la figura del estanciero Ramón Santamarina se encarna la historia de un país. La génesis de la Argentina “granero del mundo”, tierra de inagotables oportunidades. El hacendado llegó niño y huérfano, en 1840, y determinó su final ya anciano y rodeado de una inmensa familia en 1904.

En sus 77 años de vida, superó todo tipo de adversidades y construyó un imperio que lo colocó al final de sus días entre las 10 familias con más hectáreas de la provincia de Buenos Aires justo cuando el país rankeaba entre las grandes potencias del mundo. Algunos historiadores estimaron su herencia en $ 12,5 millones de la época. En tierras, solo en la provincia de Buenos Aires, reunió 33 establecimientos con un total de 281.727 hectáreas. Una regla de tres simple rápida y conservadora permite tasar a valores actuales esos suelos, presumiendo que son totalmente ganaderos, en más de US$ 420 millones. 

Ramón Santamarina no solo fue un prolífico empresario, también multiplicó su desendencia mediante dos matrimonios que le dieron 19 hijos, de los cuales 13 llegaron a la vida adulta. Excepto dos, José y Ángela, el resto de los hijos también engendraron y dieron vida a los Santamarina Gastañaga, Santamarina Terrero, Santamarina Acosta, Santamarina Alvear, Lezica Alvear Santamarina, Saguier Santamarina, Echagüe Santamarina, Avellaneda Santamarina, Pacheco Santamarina y Gándara Santamarina. Muchas de esas ramas familiares, integradas por más de 430 herederos en la quinta generación, aún conservan fracciones de las estancias que supo reunir el fundador en tan solo cuatro décadas, desde la primera compra en 1863.

Ramón Santamarina en 1863, a la edad de 36 años.

Las estancias de Ramón Santamarina

En 1860 Ramón Santamarina formó su hogar casándose con Ángela Alduncín, una joven vasca nacida en Tolosa, cuya familia estaba radicada en Tandil. A la par que venían sus primeros hijos, fue adquiriendo sus primeros campos. Ya era dueño de varios solares en el pueblo, en la calle General Pinto, se levantaría el Palace Hotel; otro en la calle San Martín, después almacén El Aguila, y un lote en el que luego aparecería la tienda Los Vascos, reconstruye con lujo de detalles los primeros pasos de gran propietario Yúyu Guzmán, en su obra “Grandes Estancieros y Estancias del Tandil Antiguo”. 

En 1863 Santamarina adquirió su primer campo, una fracción de 1575 hectáreas, a Facundo Piñero. Allí formó su primera estancia tandilense con el nombre “Dos Hermanos”. Algunos miembros de su descendencia creen que fue llamada de tal modo en homenaje a su hermana Dolores que se quedó en España. Otros, en cambio, creen que los “Dos Hermanos” serían sus pequeños hijos Ramón y José, ya nacidos al realizar la operación. Cualquiera sea el caso, ese establecimiento terminó en manos de los herederos de uno de sus más longevos descendientes: Antonio Santamarina Irasusta, fruto de su segundo matrimonio, con Ana Bautista Irasusta Alduncín, sobrina de su difunta primera esposa. 

En la obra de Andrea Reguera titulada “Patrón de estancias, Ramón Santamarina: una biografía de fortuna y poder en La Pampa”, la autora recopila el momento de cada compra, con nombre, ubicación y extensión de cada uno de los establecimientos que acumuló este potentado en tan solo cuatro décadas. 

Si bien, Santamarina hizo base en Tandil, entre los actuales partidos de Tres Arroyos y Laprida reunió la mayor cantidad de hectáreas. En el primero, sumó siete estancias con un total de 49.102 hectáreas a saber: Dos Anas (16.199), en 1873; San Jorge (13.023) y La Sarita (4049), en 1891; La Elena (2699), en 1892; La Laurita (5399), en 1895; Las Mercedes (5211), en 1898; y El Lucero con 2522 hectáreas, en 1900. A su vez, en Laprida, adquirió tres estancias: La Gloria (32.399), en 1871; Las Hermanas (10.799), en 1878; y Las Saladas (5399), en 1899. De ese modo, acumuló otras 48.597 hectáreas en ese partido.