Patagonia: detallan la gravedad de la situación que atraviesan productores ovinos

Alertan acerca del peligro de adoptar propuestas sobre-simplificadas de manejo sin bases científicas.

Investigadores de la FAUBA detallan la gravedad de la situación que atraviesan los productores ovinos de la Patagonia.

Investigadores de la FAUBA detallan la gravedad de la situación que atraviesan los productores ovinos de la Patagonia.

20deDiciembrede2016a las09:01

Algunos más, otros menos… Lo cierto es que los pastizales de la Patagonia están degradados por el sobrepastoreo. Los campos pierden sus mejores pastos, cada vez pueden sostener menos cantidad de ovejas y los productores reclaman soluciones. En este marco, investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) analizaron la situación actual, comentaron casos exitosos de manejo adaptativo y alertaron sobre los riesgos de implementar las nuevas propuestas de manejo holístico de pastizales.

“Semanas atrás participé de un taller en Puerto Madryn. Asistieron técnicos de distintas regiones áridas de todo el país, incluyendo profesionales del INTA, de los gobiernos provinciales involucrados y hasta de las empresas petroleras, que suelen estar asociadas a grandes daños ambientales. El tema giró alrededor de si los procesos de restauración y desarrollo son compatibles o se contraponen”, contó Rodolfo Golluscio, profesor de la cátedra de Forrajicultura de la FAUBA, y añadió: “Como el concepto de desarrollo incluye siempre el bienestar humano, la restauración y el desarrollo son compatibles mientras las personas no tengan que dejar de vivir de esos ecosistemas. Si esto ocurre, los problemas sociales asociados seguramente serán aun más graves y difíciles de resolver que la degradación de los campos”.

Degradación: dónde y cuánto

Golluscio, quien también es investigador del Conicet, identificó distintos niveles de degradación en dos ambientes de la Patagonia. Por un lado, los pastizales de coirón blanco (pastos del género Festuca), ubicados al oeste de la región, donde esta forrajera es la más abundante y la más preferida por las ovejas. Por otro lado, los pastizales de coirón amargo (pastos del género Stipa), que quedan hacia el centro y están dominados por plantas mucho menos comestibles. “Es interesante que las áreas con coirón blanco están con condiciones ambientales más favorables, pero al mismo tiempo también están sujetas a un deterioro más severo porque como los animales se comen el pasto dominante, el suelo queda desnudo y se erosiona mucho más que el del coironal amargo, que está más cubierto, pero no por pastos palatables”.

En esta línea, el investigador identificó tres grados de deterioro en los pastizales de Patagonia.

Xerofitización leve: relacionada con la reducción de la cobertura de las plantas que más buscan los animales (que al ser poco resistentes a la sequía son de hojas relativamente blandas) y con el aumento de las xerofíticas, de características opuestas y casi no comestibles. En este caso, las más preferidas por las ovejas no desaparecen del todo.

Xerofitización grave: son los casos en los que ya casi no quedan plantas de las especies preferidas.

Aridización: en este caso, los mejores pastos se perdieron del sistema y no fueron reemplazados por otras plantas, con lo cual el suelo queda desnudo y crece el peligro de que se erosione por acción del viento.