Feedlot: kilos de carne, energía y fertilizantes

Un productor de Carlos Tejedor tuvo la visión de integrar el engorde de ganado bovino a corral con la producción de energía eléctrica y biofertilizantes.

11deJuliode2018a las17:03

La materia prima es el estiércol y se utiliza como nutriente para las pasturas. Con una inversión de 300.000 dólares, Luis Urdangarin, productor de Carlos Tejedor, decidió incursionar con su campo en la producción de energía de alternativa, que vende a la cooperativa local a partir de la producción de gas metano generado por los efluentes provenientes de su feedlot La Micaela. En 2017, el establecimiento facturó por energía unos 950.000 pesos y la venta de carne representó unos 8 millones de pesos al año. La producción de bioenergía representa cerca del 10 por ciento del movimiento total de dinero de la empresa.

El feedlot fue construido en un sector del campo de 258 hectáreas, con una capacidad hotelera para el engorde de 1.000 vacunos. La mitad es alojada en corrales con piso de hormigón, la otra mitad, en corrales con piso de tierra. Del total del campo, se destinan a la agricultura 55 hectáreas de muy buena calidad y otras 50 con menor calidad: “Nos permite generar alimentos en condiciones muy buenas para nuestros animales”, consigna el ganadero. “En el campo tenemos 150 hectáreas con una calidad de regulares para abajo, donde ‘Cultivamos pelo de chancho de primera’”, ironiza el productor cuando le cuenta a Super CAMPO el desarrollo del proyecto. Éste es el campo que eligió el IPCVA para una nueva presentación.

A la superficie total del campo La Micaela, se le sumaron 190 hectáreas alquiladas a una hermana, de las cuales 100 son totalmente agrícolas “en las que sembramos los alimentos para los animales y las 90 restantes son de pastizales naturales”, detalla el productor. En los dos corrales construidos con piso de hormigón, cada animal necesita un promedio de tres metros cuadrados para hospedarse: en la parte de tierra se necesitan 20 metros cuadrados
por cabeza. Los corrales de hormigón tienen una calle interna para facilitar la limpieza y el traslado del estiércol a la pileta en la que luego será tratado para generar el proceso de biodigestión que terminará con la generación del gas metano.