El cura tambero que transformó una escuela en un importante espacio productivo

Julio Ramos, sacerdote, director de una escuela y responsable de un tambo, habló con Agrofy News sobre todos los sabores de la actividad.

El tambo en la escuela pasó de una simple sección práctica a un espacio productivo importante.

El tambo en la escuela pasó de una simple sección práctica a un espacio productivo importante.

21deFebrerode2019a las08:16

Sanjuanino “envasado en origen”, según él. Con un amor por el campo que lo vivía mirando revistas del sector cuando era chico, en esa casa en medio del clima seco y bien lejos de la pampa. Así comienza la historia del Padre Julio Ramos que lo tiene desde hace varios años a cargo de la educación religiosa, formal y en oficios de varias decenas de chicos, de la mano del tambo.

Muchos lo conocimos a través de twitter, donde se describe como “educador, salesiano y sacerdote. Criollista. Gaucho”, e hincha de San Lorenzo. Con 52 años, 33 como religioso salesiano, tres décadas como educador y 25 de sacerdocio, llegó al campo junto con su vocación de fe.

“Los salesianos en nuestra formación tenemos una etapa de trabajo y fogueo en las comunidades, como para ir probando cuál va a ser el estilo de vida futura. A mí esos dos años de prueba me tocaron en una escuela agrotécnica en Río Cuarto. Mi pasión por el campo allí se despertó mucho más y por la vida rural también. Cuando terminé los estudios y al ordenarme sacerdote en 1994, volví nuevamente a esa escuela y pude estar tres años más viviendo esa experiencia, ya en otro rol, combinando la organización escolar como rector”. Luego tuvo una experiencia similar en una escuela vitivinícola en Mendoza, con el paso posterior por otros establecimientos.

Fue en 2013 cuando le propusieron llegar a la Escuela Agrotécnica Salesiana Concepción Gutiérrez de Unzue, en la zona rural de La Trinidad, a 70 kilómetros de Pergamino y 90 de Junín, partido de General Arenales, en el norte bonaerense.

En el corazón de la zona núcleo, esta institución educa a más de 200 alumnos, de los cuales 176 son pupilos de lunes a viernes que además de tener educación formal, pasan todos por 14 secciones prácticas que van desde la carpintería, la mecánica, la huerta, la agricultura, hasta ganadería, quesería, dulcería; y tambo, que se transitan durante los siete años del ciclo secundario bonaerense.