Ranking: Argentina es el país que más carne consume en el mundo
A pesar de la disminución en el consumo en los últimos años, Argentina mantuvo en 2020 la primera posición en carne vacuna, solo superada por Uruguay; fuerte crecimiento de la carne aviar y porcina

En los últimos años, el consumo de carne vacuna se ha visto desplazado por otras fuentes de proteína animal en la dieta de los argentinos. El consumo de carne de pollo y cerdo se halla en franca expansión, amenazando con destronar a la vaca en el futuro.
¿Cómo se posiciona Argentina en consumo de Carnes?
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) repasa que, en el año 2020, el mundo consumió un total de 98,7 millones de toneladas de carne de pollo, 96,2 millones de toneladas de carne de cerdo y 59,0 millones de toneladas de carne de vaca.
Según información del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), Argentina continúa preservando la posición como el que más consumo de carne vacuna por habitante ostenta en el planeta, en tanto ocupa el top-10 en carne de pollo, y se encuentra en el top-25 de consumo de carne de cerdo.
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A pesar de la disminución en el consumo en los últimos años, Argentina sigue ostentando la primera posición en lo que refiere al consumo mundial de carne por habitante, seguido por Uruguay con 45 kg/habitante/año, y con Estados Unidos en tercera posición con 38 kg/hab/año. Si se tomara a Hong Kong como un territorio autónomo, este pasaría a ostentar la primera posición en el consumo de carnes vacunas, incluso por encima de nuestro país; los habitantes de la isla consumieron en 2020 69 kg/habitante/año.
En cuanto al consumo de carne aviar, nuestro país se ubica en el top-ten mundial. El mismo está encabezado por Qatar, cuya población consumió una media de 52 kg/habitante/año en 2020, seguido por los Estados Unidos con un consumo de 51 kg/hab/año, mismo que Malasia. Nuestro país se encuentra en el noveno puesto en cuanto a los países que más consumen con relación a su población.
Por último, en cuanto al consumo de carne porcina, los argentinos se ubican lejos de las primeras posiciones, alcanzando el puesto número 23° en el mundo en cuanto al consumo por habitante. El primero lugar lo ocupa la Unión Europea, con sus 446 millones de habitantes habiendo consumido 44 kg de pollo cada uno en promedio en el año 2020. Lo sigue Serbia, con un consumo de 41 kg/habitante, y luego Montenegro con 40 kg/habitante.
"En Argentina, el consumo de carne está fuertemente arraigado en la cultura alimenticia nacional, principalmente el consumo de carne vacuna, producción tradicional de nuestro país y uno de nuestros productos insignia en los mercados externos. En los últimos años, sin embargo, el consumo de carne vacuna de la población se ha reducido, pero han empezado a consumirse con mayor intensidad otros tipos de carne, principalmente la carne aviar y porcina", señalan Javier Treboux y Emilce Terré, analistas de la BCR.
En el año 2020, un año de fuerte crisis económica por la pandemia, con caída de ingresos y pérdida de empleos, se estima que el consumo de carne de vacuna se habría ubicado en 50,2 kilos promedio por habitante, un 2,2% por debajo de los niveles del año previo, y probablemente el más bajo de la historia del país (al menos de los últimos 70 años de los que se tienen registros). Esto es un 25% menos de lo que se consumía a principios del siglo, y un 40% por debajo del consumo medio por habitante hace 50 años.
Como contracara de la tendencia detectada en el segmento bovino, el consumo de carne aviar ha venido teniendo un crecimiento fenomenal en nuestro país, ganando lugar en el consumo proteico de origen animal tradicionalmente asignado a la carne vacuna en las dietas. A pesar de que en lo que va de 2021 el consumo se redujo en un 3,8% en términos interanuales, la tendencia es de franca expansión; en los últimos 20 años, el consumo medio por habitante creció en un 66% desde el año 2000 a esta parte, y un 25% tan solo en la última década.
También la producción de carne porcina también ha venido incrementándose de forma sostenida en los últimos 20 años en nuestro país, primero logrando sustituir las importaciones (principalmente provenientes de Brasil), para luego incluso virar su atención hacia la colocación externa del excedente productivo nacional. Este incremento productivo fue permitiendo responder a una demanda para consumo aún baja, pero cada vez más vigorosa.
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Carne: precios en países competidores
Un relevamiento de Agroideas para la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA) mostró cómo influye la macroeconomía en la definición del precio de la carne vacuna.
El incremento del valor de la carne es consecuencia de múltiples factores intrínsecos a la cadena: por ejemplo, menor oferta de hacienda proveniente de engorde a corral o por el incremento del maíz, etc. Pero sobre todo, el precio no es ajeno a las condiciones macroeconómicas del país: emisión monetaria e inflación y baja del poder adquisitivo.
"Es imposible que el precio de producto en una economía inflacionaria y con alta y distorsiva presión fiscal no aumente", destacan desde Agroideas.
En el siguiente cuadro se puede observar cómo en otros países productores y consumidores de carne vacuna que tienen una inflación baja o moderada el precio de la carne aumentó mucho menos que en Argentina.