Pintor y productor, llegó a ganar más con el arte que con la ganadería

La historia de Francisco Madero Marenco; "Mi idea es rescatar lo que fue la historia, la región, los viajeros, la vestimenta difiere en las distintas zonas y con los años", destaca

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Pintor y productor, llegó a ganar más con el arte que con la ganadería
17deAgostode2021a las07:52

En los días de frío y lluvia, Francisco Madero Marenco (41), se refugia en su pequeño reducto de inspiración. Allí viaja al pasado a través de los libros de historia y sus exquisitos óleos con los que conquista al mundo y a las nuevas generaciones a través de las redes sociales.

Quién es Francisco Madero Marenco

Francisco es nieto del reconocido pintor costumbrista, Eleodoro Marenco, de quien heredó el talento por la pintura, también es criador de Angus negro y colorado, en General Madariaga, provincia de Buenos Aires, donde divide sus días entre pinceles y rebenques. 

Productor y artista, pinta la historia del gaucho argentino desde principios de 1800 hasta 1950. En delicados óleos sobre lienzo intenta plasmar esos 150 años de aventuras de los nativos que quedaron atrapados en sendas pilas de libros antiguos arremansados en las viejas bibliotecas. “Todo lo que pinto es del pasado. Mi idea es rescatar lo que fue la historia, la región, los viajeros, la vestimenta difiere en las distintas zonas y con los años. No quiero que se pierda. Los viajeros venían y describían todo, y eso me sirve para recrear una imagen que es parte de la imaginación y de lo que leo, pero también parte de mi trabajo en el campo”, dice.

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Hasta hace algunos años, los ingresos que tenía por las pinturas eran más altos que los de la cría de ganado. Hace dos, la situación se revirtió y el negocio se ha vuelto menos rentable dentro del país, pero una exposición en el exterior ayuda a morigerar el impacto. “Hasta hace dos años me iba muy bien con la pintura, al principio vendía más barato, obviamente, hasta que te hacés un nombre. Pero entre 2004 y 2006 hacía muestras de 20 trabajos y los vendía todos. Eso me permitía sostener los precios. Yo pagué casi toda la obra de mi casa con la pintura. Me fue bien, pero empecé a caer por la inestabilidad económica del país”, extiende. La esperanza es que se vuelvan a abrir las salas de exposiciones y los proyectos que tiene pensado en el exterior terminen por concretarse en un futuro cercano.