El tambo de los hermanos Giraudo, con lechería 4.0: son ejemplo a nivel mundial y compiten por un premio

Producen leche en Villa María de manera sustentable, con ordeño tradicional y robótico; son los únicos del continente nominados en los Premios a la Innovación Láctea de la Federación Internacional de Lechería

02deAgostode2022a las10:24

La Federación Internacional de la Lechería tendrá entre el 12 y el 15 de septiembre su primer congreso post pandemia en Nueva Delhi, India, encuentro en el que se hará entrega de los Premios a la Innovación Láctea IDF.

En 12 categorías, la intención es reconocer el compromiso y el dinamismo del sector lácteo en todo el mundo, con la exhibición de ejemplos en cuanto a procesos innovadores, prácticas y productos que mejoran la eficiencia y contribuyen a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

Hubo 144 postulados y la semana anterior se conocieron a los finalistas de cada segmento. Entre ellos, el único proyecto presentado desde Argentina quedó como finalista en la categoría “Innovación en prácticas agrícolas sostenibles y medio ambiente”, siendo a la vez el único en esta instancia definitoria, representando incluso a todo el continente americano.

Los que van por el premio son dos hermanos cordobeses, Pablo y Gabriel Giraudo, productores de leche, que también tienen una planta industrial de lácteos.

El tambo de los hermanos Giraudo

Agrofy News quiso conocer de qué se trata este proyecto de “Lechería 4.0” de Don Emilio SRL – Grupo Mharnes, en Villa María, provincia de Córdoba.

Dedicados a un comercio mayorista de alimentos, nunca estuvieron insertos en la tarea de la unidad productiva que desde 1995 tenían su padre Néstor y sus tíos Norberto y Héctor. Sin embargo en 2016 tuvieron que encargarse de una actividad que hoy los enorgullese.

“Sin saber casi nada, empezamos a estudiar un poco, a recorrer, a visitar a gente que nos abrió las puertas, a copiar un poco. Al no ser del tambo no teníamos prejuicios que puede haber en el sector, entonces para mí todo tenía que estar lindo, no tenía que haber bosta, algo bastante utópico”, comenta Pablo sobre su inicio en la actividad.

En ese momento tenían cuatro tambos en alquiler, en un radio de 280 kilómetros y fue así que decidieron centralizar todo en tierra propia, ubicado detrás de la Universidad Nacional de Villa María, lo cual también los convirtió en campo experimental para la institución. Fue así que en marzo de 2017 iniciaron el proyecto.

El sistema de producción que más los atrapó fue el de compost barn, que tiene gran aceptación en esa zona de la provincia de Córdoba, porque le da libertad a los animales, confort y un manejo más controlado en cuanto a lo sanitario y productivo que hoy se trasluce en tres establos, un galpón de comida cerrado, con el asesoramiento del Ing. Agr. Juan Monge. Además se combinan con una sala de ordeño tradicional de 24 bajadas, más seis robots Lely, manejado por un grupo de jóvenes que ayudan a seguir caminando hacia adelante, conformando un equipo de trabajo en el que “hemos ido aprendiendo todos juntos”.