Cambiando paradigmas: el grupo de tamberos que se unió para enfrentar una limitante desconocida en la lechería
Son productores de cuatro grupos de Cambio Rural del Departamento Castellanos que se organizaron para hacer una compra conjunta que mejora la producción
El tambo muchas veces tiene una manera muy individual de desarrollarse, que en definitiva le hace perder fuerza a los productores, entre otras cosas para dar pelea en cuanto al precio de la materia prima.
Sin embargo, hay diferentes formas de reunir voluntades y una de ellas se concreta a través de los grupos de Cambio Rural, un programa del INTA que vincula a los productores en sus propias regiones permite una evolución en la forma de trabajar.
La experiencia fue compartida por un grupo de tamberos que se unió para comprar tanques de agua, con el objetivo de mejorar en un aspecto que no era tan conocido en la zona.
Tambo: el caso de Cambio Rural en Castellanos
Para conocer este caso, se convocó en la Sociedad Italiana de Vila, en el centro-oeste santafesino, a una reunión que citaba bajo el lema “Cambiando paradigmas” y fue reveladora para entender cómo con una mirada similar la consecución de objetivos es más fácil.
En el departamento santafesino Castellanos hay cuatro grupos de Cambio Rural en actividad, en el noroeste con Sunchales como referencia; en las cercanías de Vila con la empresa láctea local apadrinando la continuidad; en Clucellas-María Juana hay otra con la base en una cooperativa láctea, mientras que hay otro más en el centro del Departamento.
“Estamos en una etapa de diagnóstico en cuanto a la disponibilidad de agua, para todos los productores de los grupos que quieran recibir este tipo de asesoramiento. Porque el potencial de esto es que un tema como el agua, que siempre es una problemática para todos los productores, se trabaja de una manera en la que todos pueden tener acceso para solucionarlo”, indicó el Ing. Carlos Callaci, como responsable de la Agencia de Extensión Rural Castellanos del INTA.
El trabajo en el territorio se viene desarrollando con ejes en crianza de terneros, inseminación artíficial y detección de celo; alimentación y recría de vaquillonas, mientras que ahora se apunta al agua.
“El potencial que tiene Cambio Rural para nosotros como extensionistas es que trabajando con profesionales de la actividad privada se priorizan los principales problemas que tienen la mayoría de los productores y después se abarcan con más énfasis”, añade el ing del INTA.
Poner la atención en la provisión de agua de calidad en los tambos va más allá de la estacionalidad, con una primavera que empieza a avanzar y una fase Niña que se extiende con menos registros de lluvia de lo habitual.
“En la zona hay baja calidad de agua, aguas muy duras. Los tambos por más chicos que sean han crecido y hay que tener la capacidad de tener bebida suficiente para animales que toman cien litros por día. Al pasar a una mayor carga por hectárea, el consumo de agua de napa es mayor. A su vez si le agregamos más necesidad para el lavado de las instalaciones de ordeño, se eleva la demanda y disminuye rápido la calidad del agua”, señaló.