Messi las motivó: las dos hermanas que apuestan al sector tras un suceso que las marcó

Las vueltas de la vida hicieron que hoy tengan que gerenciar el establecimiento rural de su familia; pintaron la cara de Messi y ahora van por una nueva promesa

Messi las motivó: las dos hermanas que apuestan al sector tras un suceso que las marcó
21deDiciembrede2022a las12:50

El furor por el Mundial y la selección argentina inundó todos los ámbitos, incluido el campo. En noviembre, el ingeniero agrónomo Carlos “Charly” Faricelli, oriundo de Río Cuarto, lanzó una convocatoria para dibujar la cara de Lionel Messi en diferentes lotes a lo largo del territorio nacional utilizando la agricultura de precisión. La respuesta fue impresionante y ya son más de 18 los campos que se sumaron a la movida. 

Valeria Ellena (39) fue una de las pioneras en sumarse al desafío y forma parte del equipo de “10 lotes para el 10”. El campo donde nació y se crió, en Espinillos, cerca de Río Cuarto, era vecino al de la familia Faricelli: “El papá de Charly y mi papá eran muy amigos. Charly siempre fue un pionero en la innovación, probando cosas raras, cosas nuevas”, contó en entrevista con Agrofy News. 

Un giro inesperado y una oportunidad 

En 2020 la vida les dio un golpe duro. Su papá falleció con 62 años. Valeria y su hermana melliza tuvieron que hacerse cargo del campo cuando ninguna de las dos tenía demasiada experiencia: “Con mi marido nos quedamos con las máquinas y empezamos a sembrar. Mi hermana también empezó a sembrar una parte del campo junto a su pareja que es productor agropecuario”.

La relación de Valeria con el campo viene desde chica. Cuando terminó el secundario en Baigorria, un pueblo cercano, no estaba segura de qué estudiar. A diferencia de su hermana que desde el principio tuvo claro qué hacer: Nutrición: “Me gustaba Agronomía pero mi papá pensaba que las agrónomas y veterinarias mujeres no iban a tener futuro, que era un trabajo de hombres. Me dijo que estudiara farmacia, entonces me fui a Córdoba”, contó.

Aguantó apenas unos meses y a pesar de que a su papá no le gustaba la idea, volvió a Río Cuarto para finalmente estudiar Agronomía: “Cuando estaba en 4to año quedé embarazada de mi hija más grande y no pude recibirme. Sin embargo, las materias que había hecho me sirvieron para hacer una Tecnicatura en Producción Agrícola Ganadera”, continuó. 

Las vueltas de la vida hicieron que hoy tenga que gerenciar el establecimiento rural y todo ese conocimiento le sirvió para poder hacerlo: “Mi marido es mucho más accesible de lo que era mi papá en ese momento, me consulta, me deja opinar. El ingeniero agrónomo con el que trabajamos me escribe a mí directamente. Eso tiene que ver con el cambio de generación. Ahora por suerte las mujeres tienen un rol mucho más activo. Ya está aceptado que las mujeres asesoren campos y tengo muchas amigas que se dedican a eso. Si mi papá lo viera ahora no lo podría creer”, expresó Valeria.