El sueño de una familia que busca reescribir la historia del vino entrerriano: producen 14.000 litros al año y apustan por más

Cuentan con 8000 plantas de diferentes variedades; “En mi familia no había antepasados que se dedicaran al vino", cuenta uno de los protagonistas

El sueño de una familia que busca reescribir la historia del vino entrerriano: producen 14.000 litros al año y apustan por más
05deFebrerode2025a las09:44

Situado en Colonia Ensayo, a solo 20 kilómetros de Paraná, capital de Entre Ríos, el viñedo y bodega Los Aromitos representa el sueño de una familia que, sin antecedentes en la vitivinicultura, decidió apostar por un proyecto diferente. 

Mauro Jacob, estudiante de Sommelier en la Escuela Argentina de Vinos y uno de los impulsores del viñedo, compartió cómo el emprendimiento surgió de la necesidad de crear algo propio: “En mi familia no había antepasados que se dedicaran al vino. Lo que queríamos era tener un pedacito de tierra y producir algo distinto”.

El viñedo, ubicado sobre una de las lomas más sobresalientes de la zona, es uno de los motores del resurgimiento vitivinícola en Entre Ríos, una provincia que, en sus mejores épocas, fue una de las grandes productoras de vino del país.

viñedo los aromitos

Variedades de uvas y vinos en Los Aromitos

La familia Jacob comenzó con su producción en 2011 y hoy cuentan con alrededor de 8000 plantas de diferentes variedades. Algunas están destinadas a la vinificación mientras que otras se cultivan para el consumo directo. Entre las variedades tintas que se emplean para la producción de vino se destacan el Malbec, Merlot, Syrah, Tannat y Marselan, una cepa relativamente desconocida pero que se adapta muy bien en las tierras entrerrianas. En cuanto a las variedades blancas, se cultivan Chardonnay y una pequeña cantidad de uva Tocai.

vino los aromitos

Si bien cada variedad tiene su particularidad, es el Tannat el que más representa a Los Aromitos. Esta cepa tiene una fuerte conexión histórica con Entre Ríos: “Cuando la provincia fue una gran productora vitivinícola, esta variedad fue de las más importantes. No se si fue la más plantada pero si era la que mejor se adaptaba y la que mejor resultado daba”, aseguró el emprendedor. El Tannat, originario de Francia, llegó por primera vez a América a través de una familia de inmigrantes vasco-franceses en 1860, quienes trajeron la variedad a Concordia. Con el tiempo, esta uva se expandió por toda la provincia y más tarde cruzó a Uruguay, donde hoy se convirtió en la cepa insignia de dicho país. “El Tannat en Uruguay es como el Malbec en Argentina”, comentó Mauro.

La finca Los Aromitos, es también una reserva natural de usos múltiples. “Además del viñedo, hay unas seis hectáreas que son de monte nativo. Trabajamos con biólogos y expertos para identificar especies, flora y fauna del lugar”, expresó Jacob. El proyecto busca un doble objetivo: por un lado, la producción vitivinícola y por otro, la preservación de la biodiversidad nativa en el monte. A su vez, tiene un enfoque turístico y educativo, ofreciendo recorridos por los senderos donde reciben visitas de escuelas y grupos interesados.