Un cepo a la incoherencia, por favor

Cupos para exportar y Plan Ganadero, es como incentivar a tu hijo que estudie pero no dejarlo ir al colegio. Por Eleonora Cole

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25deJuniode2021a las08:20

Se acercan las elecciones y Alberto Fernández busca reeditar la que fue su promesa de campaña en 2019: “Heladeras llenas y asado”. Pero en el mar de contradicciones al que nos tiene acostumbrados esta gestión, estamos más cerca de hacernos vegetarianos como el Ministro de Agricultura que de prender el fuego de las parrillas. 

“Vacunas y carne”. Esas son las dos obsesiones del Presidente. Así se lo dijo el propio Fernández a un conocido empresario. “Nadie resiste tres tapas de diario con aumentos del precio de la carne”, agregó -¿irónico?- un colaborador del primer mandatario.

El problema no son las tapas. El problema es el erróneo diagnóstico que tiene el Gobierno sobre el motivo de la suba de la carne. “La inflación tiene un origen monetario que es financiar el déficit cuando vos te quedás sin crédito. Lo que está pasando es que los argentinos no quieren los pesos. Hay un repudio a la moneda. Hacer énfasis en controlar la carne no tiene ningún sentido”, explica el economista Ariel Coremberg. 

“Por otro lado, cuando vos prohibís determinados cortes vas a generar, paradójicamente, más concentración en los frigoríficos que sí puedan exportar ciertos cortes a algunos mercados y más precio de la carne a futuro”, agrega el economista. Es la inflación, no es la carne. 

Un informe de Fundación Fada explica claramente la composición del precio de la carne. Uno de cada cuatro pesos en un kilo de carne son impuestos. En la Argentina consumimos 48 kg. de carne vacuna por persona, por año, pero a su vez exportamos solo el 29% de la producción. Es decir, alcanza y sobra para el consumo interno. 

Las contradicciones del Gobierno 

La principal contradicción que vimos en el último anuncio fue fijar cupos para exportar carne y al mismo tiempo un Plan Ganadero para incrementar la producción.