"Diamantes negros" made in Argentina: los secretos de la especialidad que crece bajo el suelo y que deja hasta US$ 40.000 por hectárea

"Es negocio, pero hay que ponerle cabeza, mirada y atención a cada una de las plantas”, sintetiza un productor; por qué en la Argentina hay un gran potencial para el cultivo

"Diamantes negros" made in Argentina: los secretos de la especialidad que crece bajo el suelo y que deja hasta US$ 40.000 por hectárea
21deJuliode2023a las14:48

“Lo más importante es cosechar la trufa madura”, revela Omar Peroggi, quien desde hace casi 15 años se dedica al cultivo de este hongo y, en diálogo con Agrofy News, contó los secretos para producir “el fruto perfecto”. En este sentido, aclara que si se recolecta maduro, puede valer 2000 dólares el kilo; en cambio, si se lo saca antes, cotiza a 200.

Los secretos de la trufa argentina

Peroggi es ingeniero agrónomo y durante 20 años trabajó en una empresa que, en 2009, decidió incursionar en la producción de trufas de Périgord. Allí aprendió todo lo necesario sobre truficultura, realizó capacitaciones e incluso llegó a exportar a Italia. Hasta que, en un momento, decidió abrirse de la firma y, con el know- how aprendido, comenzó a asesorar proyectos de trufas, actividad que realiza en la actualidad. “Cuando empezás con una plantación, después a los cinco años recién empieza a producir. Es negocio, pero hay que ponerle cabeza, mirada y atención a cada una de las plantas”, sintetiza.

Al no trabajar como cultivo de hectáreas, cada árbol es fundamental: “Los tenés identificados por hilera y número, y ya después sabés cuánto produce cada uno en cantidad de trufas y kilo”. Por hectárea es posible cosechar alrededor de 20 kilos.

Planificación, clima y suelo para producir trufas

De acuerdo a Peroggi, el cultivo de trufas no se puede hacer de un momento para otro. “No es que vas a buscar una semilla, la conseguís y la plantás: un año antes tenés que encargar al vivero las plantas”, ejemplifica y resalta la importancia de que los plantines estén bien micorrizados. A diferencia de otros cultivos, las esporas de las trufas se inoculan en cierto tipo de árboles, como los robles europeos y encinas españolas. Una vez instaladas en el terreno, los hongos crecen en simbiosis sobre las raíces durante varios años.

Mientras se hace el pedido de plantines, Peroggi va al campo y analiza el lugar y el clima. “Una de las cosas que no podés cambiar es que la trufa madura con frío bajo tierra. Entonces, si no tienen suficiente cantidad  de horas de frío, no va a madurar”. En este sentido, destaca que en la Argentina hay grandes territorios propicios para su producción, como desde la ruta 5 hacia el sur y la zona de las sierras de Tandilia y Ventania.

Respecto del suelo, asegura que debe tener buen drenaje: “No tiene que ser súper fértil. Lo ideal es que tenga caída y que sea convexo, no cóncavo. Eso ayuda a que si una noche llueven 100 ml, quedás exento”.

Una vez que encuentra el lugar, comienza a analizar el PH del suelo que, para que crezca el hongo debe ser de  7,6 o 7,7. Una vez estabilizado el PH, comienza a planificar el cultivo.